Tres miembros de una familia zaragozana fueron juzgados ayer por una agresión a los dos policías de paisano que acudieron a identificarles a su vivienda, cercana a la carretera de Logroño, en la mañana del pasado 13 de noviembre. Fiscalía pide un año y un día de prisión para cada uno de ellos por un delito de atentado contra la autoridad, y una multa de 180 euros por sendas faltas de lesiones, además de indemnizaciones que suman 300 euros para los agentes.

Los acusados, defendidos por la letrada Laura Vela, del despacho de Carmen Sánchez, quisieron apoyar su propia versión de los hechos --en la que los agentes entraron de malos modos y les mentaron a los "muertos" y a la "raza"-- con un video que grabó una de las hijas, según aseguran. Pero la prueba no fue admitida en el Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza, según la letrada, por falta de medios para reproducir el cedé. Paralelamente, han presentado una denuncia por lesiones contra los agentes y preparan una ampliación por un delito contra la integridad moral.

La versión que avaló la Fiscalía al mantener la petición de pena es que los agentes se presentaron en la casa en el transcurso de una investigación por unos incidentes ocurridos, una semana antes, en un bar de Zaragoza. Allí, se identificaron y pidieron la filiación a los miembros de la familia, pero una de las acusadas comenzó a insultarles y se negó a darles el DNI. A la trifulca se fueron incorporando los otros dos acusados. Un agente acabó con policontusiones en el codo y rodillas y el otro con un traumatismo en el hombro.