"Tony Leblanc nos sigue haciendo gracia en esas escenas de timos, ¿verdad?". El inspector y delegado de Participación Ciudadana Tomás Tajada arranca las primeras sonrisas y entre el público, pero cesan de inmediato: "Pues es que sigue habiendo gente que cae", se lamenta.

El aula del Centro Cívico Delicias está repleta de personas mayores que asisten a la primera de las charlas de las jornadas ¿Te vas de vacaciones?, dentro del progama Policía-Mayor organizado por el Ministerio del Interior. Son unos alumnos aplicados que atienden a los consejos del profesor, aunque solo sea porque varios de ellos han vivido en sus propias carnes las consecuencias de no haber tomado precauciones en casa, en la calle, en los viajes...

"Iba yo por el paseo Calanda y una chica se abalanzó sobre mí y me dio un beso. La chica, teníais que verla, era miss mundo por los menos. Me dijo que estaba esperando a un hombre, pero que no quería estar con él y si la veía conmigo, le sentaría mal y se iría", comparte Juan José con todos. "El engaño del beso", identifica el inspector Tajada, quien recomienda no consentir el contacto forzado con la gente. "Un brazo extendido de distancia con cualquier desconocido. La experiencia no lo es todo".

En la calle, Tajada recomienda que las mujeres lleven el bolso "en un hombro, en el lado de las paredes de los edificios y siempre por delante". Y saca al encerado a Mari Carmen para hacer una demostración. "Llevarlo cruzado puede disuadir al ladrón, pero puede decidirse a daros un tirón y os puede provocar lesiones graves". Manuela aporta su experiencia: "Ahora ya entran hasta en las iglesias a robar. A mí me arrancaron un collar del cuello".

Cuando llega el día 1, peligro frente a la sucursal. Tajada recomienda no sacar todo el dinero de golpe, y en todo caso repartirlo en varios bolsillos. El agente de la autoridad repara en que un señor de la primera fila lleva justamente la cartera en el bolsillo de la camisa. "¡Si viene miss mundo, te la trinca!", le advierte jocoso Juan José. Desde la última fila, un señor muy serio se arranca: "Hay que ser muy valiente para sacar dinero en un cajero de la calle. Me parece una imprudencia". Tajada alerta sobre los cajeros manipulados y la clonación de tarjetas.

Pero los peligros también merodean las casas. Cuidado con los cuidadores sin referencias, con los falsos técnicos del gas, con los extraños que aceleran para acompañar en el ascensor y con el intrusismo de los cerrajeros. "Llamamos a un número que salía en unas pegatinas que vimos. Un hombre nos rompió el bombín con un taladro, nos cobró más de 100 euros y se fue. No tenía ni idea", recuerda María.