Con un consenso prácticamente total, reflejado por la abundante presencia de científicos y cargos académicos en la tribuna, salió adelante ayer en las Cortes la Ley de Investigación e Innovación de Aragón, cuyo principal logro es garantizar la financiación a la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) aragonesa, lo que a su vez permitirá a los investigadores tener estabilidad a la hora de planificar sus trabajos a más largo plazo.

La norma aprobada ayer, un año después de su entrada a las Cortes para ser tramitada, toma el testigo del Pacto por la Ciencia firmado en la comunidad hace dos años, con el mismo espíritu de consenso que guió la ley. Esta actualiza a la del 2003, adaptándola tanto a al norma estatal del 2014 como a las exigencias europeas. Y su mayor logro es la financiación, ya que según resumió la consejera de Universidad del Gobierno de Aragón, Pilar Alegría, «invertir en ciencia es la mejor manera de invertir en un futuro mejor».

La coordinadora encargada de defender el dictamen, la socialista Isabel García, repasó entre los puntos fuertes de la ley, aparte de la garantía de inversión creciente en el Fondo Aragonés de I+D+i, la mejora del sistema de investigación, de los recursos humanos con una carrera profesional o el impulso a la internacionalización. La norma actualiza las modalidades de contratación y mejora el régimen retributivo de algunos investigadores.

Todos los grupos mostraron su alegría por la norma, reflejado el consenso del que se presumió por parte de todos, aunque cada uno destacase algún aspecto en concreto. Por ejemplo, Maru Díaz de Podemos aludió al componente feminista de la norma al potenciar a las mujeres universitarias, y Javier Martínez, de Ciudadanos, al fomento del emprendimiento y la colaboración público-privada, que para la formación naranja es «la clave» para que el proyecto funcione.

BICEFALIA

La única nota mínimamente discordante la puso el diputado del PP Modesto Lobón, quien, aunque insistió en lo bueno y consensuado de la ley, lamentó que no se hubiese aceptado una de las enmiendas de su grupo, la que buscaba una «unidad de mando» en la investigación autonómica entre la consejería de Universidad y la de Sanidad. «Pensamos que ha sido un fallo», expuso, pero la enmienda no fue aceptada al contar solo con el apoyo de PAR y Ciudadanos. «Pero es lo único», añadió Lobón, que elogió aspectos de la ley como que fomente «la cooperación al desarrollo en I+D+i, la integración de los minusválidos o las apuestas estratégicas en la comunidad autónoma».

La coordinadora socialista se mostró «especialmente contenta» de haberse estrenado en estas lides legislativas con esta norma, que fue visiblemente bien acogida por los rectores universitarios y altos cargos científicos presentes en la tribuna.