La capacidad de atracción del AVE sigue imparable desde su apertura el 11 de octubre del 2003. En seis meses y medio de servicio, los trenes de alta velocidad han transportado entre Madrid y Zaragoza a un 40% más de las personas que viajaron en el mismo periodo del 2002-2003 por la línea convencional pese a la duplicación de tarifas. Renfe ha superado ya el millón de clientes del servicio AVE Madrid-Lérida, de los que más de 421.000 se movieron entre las estaciones de Atocha y de Delicias.

El aumento de usuarios del ferrocarril entre ambas estaciones es constante. Renfe registra cada mes, como mínimo, un 32% más de clientes respecto a las mismas fechas de hace un año. La compañía incluso ha logrado acabar con tendencias tradicionales, como la baja venta de billetes en febrero: este año se montaron en el AVE más de 66.000 personas, el doble de los que los hicieron en Talgos e Intercitys en febrero del 2003, lo que ha convertido como el mejor mes desde que se abrió la línea.

En noviembre, también tradicionalmente flojo, se movieron 65.701 personas. En el ránking le siguen los meses de diciembre, con 65.382, y marzo, con 62.669 clientes.

COMPARATIVAS La atracción del AVE Madrid-Zaragoza llega hasta el punto de venderse en poco más de un mes tantos billetes como todos los emitidos para el enlace entre la capital aragonesa y Barcelona en los últimos seis meses y medio. Casi 76.000 clientes se han trasladado en Talgo por la línea del AVE hasta Lérida y, tras cambiar el ancho de sus ejes, han seguido hasta la estación de Sants por la vía convencional.

La reducción en los tiempos de viaje --de tres horas a menos de dos--, la puntualidad y la amplia oferta horaria del AVE explican las razones de la demanda que disfruta el ferrocarril. "Los índices de afluencia de viajeros muestran una homogeneización de la demanda diaria, reduciéndose la estacionalidad, provocada por la incorporación de un nuevo perfil de cliente que se desplaza en días laborables en los servicios Aveve y Altaria por motivos laborales", señala la empresa.

Ejecutivos y políticos se han apuntado en masa al tren del futuro, lo que está provocando problemas de saturación en momentos puntuales. La oferta de plazas se queda corta especialmente los lunes por la mañana, los viernes por la tarde y los domingos por la tarde por los llamados viajes de negocio. La misma situación sufre Lérida, que ha registrado unas cifras espectaculares: ha cuadruplicado sus pasajeros con Madrid. La compañía Renfe no podrá hacer frente a este problema mientras las empresas contratistas no entreguen los trenes contratados, ya que no dispone de trenes de refuerzo.