Los vecinos del entorno de la calle San Adrián de Sasabe pueden ver finalmente solucionadas sus quejas sobre la situación de insalubridad de una nave de propiedad municipal pero ocupada desde hace años como establo y almacén por un vecino. Urbanismo aprobó este martes el requerimiento de desalojo, cuestión que ya se había aprobado en mayo de 2001 sin resultados efectivos y sin que entonces se pusiera en marcha el desahucio contemplado en ese acuerdo.

Se trata de una nave de ladrillo que un vecino, con domicilio en una vivienda cercana, ocupa como almacén con todo tipo de enseres y un caballo, aunque según la junta de distrito llegó a haber hasta seis. Se trata de un foco de suciedad y malos olores que ha motivado protestas vecinales. "Además del problema de la evidente insalubridad, que afecta directamente a los vecinos de la zona, esa nave está ubicada en suelos que forman parte del proyecto de ampliación del parque de Torrerramona, razones por las que debe ser demolido", manifestó ayer el concejal presidente de la Junta del Distrito de Las Fuentes, Laureano Garín.

A raíz de las quejas recibidas, la Junta de Distrito de Las Fuentes transmitió en mayo el malestar vecinal a los servicios municipales de limpieza así como al Instituto de Salud Pública y a la Policía Local, organismos que ese mismo mes emitieron informes que constataban la ocupación de la nave y la tenencia de animales. Además, entre junio y agosto, el servicio de desratización actuó en varias ocasiones en el lugar, según señalan desde la junta.

Desde Urbanismo, el tema permanecía bloqueado desde el 2001, sin que se hiciera efectivo el desahucio que debía producirse si no se daba el desalojo voluntario de esta finca de propiedad municipal. Tres años después y con los nuevos informes de la policía y el Instituto de la Salud, Urbanismo aprobó el martes un nuevo requerimiento de desalojo inmediato, que podrá ir seguido de desahucio. La decisión da respuesta a las demandas vecinales y, como indica el expediente, abre la puerta a una futura demolición de la nave, ya que afecta a la ampliación del parque Torrerramona.

"Llevábamos tiempo intentando desbloquear esta situación, porque era uno de los problemas pendientes por solucionar en el barrio. Por eso estamos satisfechos con la decisión de Urbanismo", afirmó ayer el presidente de la junta, que añadió: "Es una nave en pleno núcleo urbano, a una distancia de apenas 15 metros de las viviendas. Por eso, las ratas, la suciedad y los malos olores molestan desde hace tiempo a los vecinos del entorno".