--Cogió el consistorio en un momento crítico. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

--Varias cosas, o muchas. Cuando entramos nos cortaban la luz en el ayuntamiento y éramos la segunda capital de provincia más endeudada por habitantes después de Madrid. La crisis de endeudamiento y déficit era brutal. Llegó un momento que casi no podíamos pagar. Además había una grave crisis política que se saldó con la marcha del alcalde, Miguel Ferrer. El consistorio se quedó roto. Estos fueron los problemas. Cuando llegamos ofrecimos concejalías a todos los partidos. Y todos decidieron colaborar. Después ganamos las elecciones y ofrecí la colaboración de nuevo. Todos accedieron menos el PSOE. Mi concejal de transportes es de CHA. Estamos en el mismo barco. Una cosa son los servicios y otra la ideología. Hay buen ambiente de colaboración entre todos.

--¿Ha logrado equilibrar las cuentas del ayuntamiento?.

--Hemos reducido un 45% la deuda que teníamos cuando entramos. Damos equilibrio presupuestario con un ligero superávit y al mismo tiempo reducimos la deuda. Cuando acabe la legislatura el ayuntamiento podrá endeudarse de nuevo por sí mismo. Y la deuda habrá bajado un 50%.

--No han logrado solucionar la financiación de los consistorios, ¿qué ha fallado?

--El total de los 8.000 ayuntamientos de España estamos en superávit. Pero tenemos cortadas las alas para hacer nuevas inversiones. Es imprescindible y se debería de haber hecho la reforma de la administración local y autonómica. Se debería de haber hecho. Los ayuntamientos sufragamos gastos que no son competencia nuestra, sin la debida contraprestación. Es una cuestión que lleva pen

--¿Se han eliminado servicios, como dice la oposición?

--No, no, ni uno ni medio. Ha habido mucho ajuste presupuestario. Se ha hecho un ajuste tremendo. Se han reducido todas las partidas, salvo las de gasto social. El resto se han bajado todas. Se han renegociado los contratos de telefonía, de calefacción... Se ha hecho de la necesidad virtud. En el mantenimiento de vías públicas, el ajuste ha sido importante y ahora tenemos que hacer un esfuerzo para mejorar algunas calles que están deterioradas. Ahora vamos a pavimentar siete u ocho calles.

--Ha tenido que echar a gente del consistorio, pero en cambio dos concejales tienen sueldo?

--Hicimos una regulación de plantilla en el 2012. Quitamos algunas personas de interinos en la gerencia de Urbanismo. Era un área que había crecido mucho y sobraba mucho. Bajo la plantilla en siete personas. Ahora lo que estamos haciendo es sacar a oposición todas las plazas de interinos del ayuntamiento para crear empleo de calidad. Todos los trabajadores serán fijos.

--¿Cómo casan los despidos con el hecho de haber liberado a dos concejales?

--Muy sencillo. En el Ayuntamiento de Teruel hace falta gente porque se deben tomar decisiones. Tenemos dos liberados, en Zaragoza lo están todos. La ley nos permite tener hasta siete. Y todo el personal de confianza se reduce a una persona, la periodista. No hay más gente contratada. Esto no pasa en ningún ayuntamiento de capital de provincia. Creo que es lo mínimo para abordar la crisis.

--En periodo de estrecheces, ¿qué se queda por el camino en las fiestas?

--El ayuntamiento necesita más dinero para calles, pero en fiestas no se han hecho recortes. Hay menos conciertos porque el bolsillo de los ciudadanos no está como antes. Hemos hecho dos conciertos y han sido un éxito. Y espero que se salden con beneficios. Nos hemos puesto en manos de muchos grupos de Teruel para que actúen, así la gente los conoce. Eso es un acierto.

--¿Cómo las vive el alcalde de Teruel, teniendo en cuenta sus obligaciones en Madrid?

--De forma distinta al resto de los ciudadanos. Con la lógica preocupación para que no ocurra nada y todo salga bien. La Vaquilla concentra mucha gente y me alegro cuando termina sin incidentes. Disfruto de las fiestas a mí modo.

--Algún acto preferido.

--Las fiestas son austeras, muy grandes y muy turolenses, mantienen sus señas de identidad: la salve en latín, la subasta de palcos, la puesta del pañuelico, que es el más emotivo. La plaza está impresionante. Aunque soy persona de pocas emociones. Soy sobre todo práctico.

--¿Va a repetir como alcalde de la ciudad?

--Eso... queda mucho todavía. Queda trabajo y tengo que poner en marcha dos o tres obras como la plaza de los Amantes. Y tengo un reto pendiente, como es el nuevo conservatorio de música en el barrio de San Julián. También el nuevo hospital, a ver si el Gobierno de Aragón da ya los primeros pasos.

--¿Y en el Senado?

--A mí me gusta la política nacional, es muy importante porque se toman las decisiones que afectan a la gente en el día a día.

--¿Qué sabe del FITE del 2014?

--Lo veremos antes de que acabe este mes.