Losan, una de las mayores empresas textiles que quedan en Aragón, ha llegado a un acuerdo con los trabajadores tras su decisión de trasladar la actividad logística de la planta de Caspe a Portugal, país donde se encuentra la central del grupo Sonae Fashion, que adquirió la firma caspolina hace cuatro años. Tras el periodo de negociaciones, el comité y la dirección de esta firma de moda han pactado las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado como consecuencia de la desinversión, que provocará el despido de 62 trabajadores -ocho menos de los previstos inicialmente-, algo más de la mitad de la plantila (119 personas).

El acuerdo, que fue anunciado ayer por ambas partes, se suscribió el pasado viernes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) y, un día después, fue ratificado mayoritariamente por la plantilla en una asamblea de trabajadores. Los despidos comenzarán a aplicarse a partir del próximo mes de octubre y se harán de forma escalonada.

La indemnización pactada es de 31 días por año con un máximo de 20 mensualidades. Las condiciones del acuerdo están garantizadas durante tres años para los 57 empleados que seguirán en Caspe, donde la empresa mantendrá sus oficinas y algunas de sus actividades, según informó ayer el comité en un comunicado.

La representación de la plantilla consideró «razonable» el acuerdo pero lamentó la pérdida de empleo por el traslado de la actividad logística a la ciudad portuguesa de Azambuja y confió en que el «esfuerzo realizado» sirva para que Losan siga en un futuro teniendo presencia en Caspe.

PLAN DE RECONCILIACIÓN

Desde la parte empresarial destacaron que «han escuchado las propuestas de los trabajadores para minimizar el impacto en la plantilla desde un diálogo constructivo y ambiente colaborador». «Las condiciones acordadas responden a un acuerdo socialmente responsable», agregaron. Losan se ha comprometido a ayudar a los afectados en su salida laboral y en la búsqueda de empleo mediante la contratación de una empresa de recolocación para minimizar a corto plazo la destrucción de empleo en la zona.

El Gobierno de Aragón intentó frenar el traslado de Losan con el impulso de un puerto seco en Caspe, pero la empresa lo rechazó al «no solucionar las necesidades acuciantes de modernización» que requieren las instalaciones de la marca, cuya ropa se fabrica en China.