Huesca fue la elegida este año, muy especial por el 175 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, para acoger los actos centrales por su patrona, la virgen del Pilar. Allí, en la capital de una de las provincias que no se escapan del problema de la despoblación, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, consideró al instituto benemérito como un instrumento «fundamental de cohesión y seguridad para que la España vaciada deje de serlo».

Un convencimiento que hizo público desde la tribuna de oradores ante miles de oscenses que salieron a las calles para acompañar y vitorear a los agentes partícipes en la celebración, así como ante otros representantes públicos como el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella; el director general del cuerpo, Félix Azón, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán entre otros. Frente a él había 500 guardias civiles que participaron en una parada militar, muchos de ellos procedentes de otras ciudades y comunidades autónomas. En Aragón harían falta, según la AUGC que no quiso participar en los actos a modo de protesta, 700 miembros del instituto armado para completar el catálogo diseñado para la comunidad. En este sentido, Marlaska expresó el compromiso del Gobierno de garantizar la presencia tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional en toda España, «de forma continuada y con actuaciones ejemplares. Desde Andalucía a Cataluña o desde Navarra y Aragón permanecerán ejerciendo sus funciones y competencias con los efectivos que sean necesarios».

Todo ello para, tal y como destacó, mantener la seguridad y continuar desarrollando la labor que ha realizado hasta la fecha con más de 5.000 detenciones y 150 toneladas de droga intervenidas en un año en la zona del Campo de Gibraltar, luchando contra la delincuencia en las redes, con 176 detenidos, o contra la violencia machista. A todos los agentes ahí presentes les conminó a «actualizar su corazón y mente» y a «no vivir de las rentas y ser inconformistas».

El director general de la Guardia Civil, que hizo de anfitrión como oscense de nacimiento, también mostró su compromiso de aumentar la presencia de la Benemérita en Aragón en los próximos años «de forma importante». Asimismo, también se refirió a la reivindicaciones de la equiparación salarial asegurando que el actual ministerio está «profundamente comprometido» para mejorar las condiciones de vida y de servicio de los guardias, por lo que garantizó que se cumplirá el tercer plazo de los acuerdos económicos en 2020. El acto finalizó con una parada militar.