Una mujer residente en el pueblo de Coscojuela de Sobrarbe, barrio rural de Aínsa, atropelló accidentalmente a su hijo de 3 años cuando hacía una maniobra con un todoterreno en un aparcamiento público de Montblanc, en la provincia de Tarragona.

El suceso se produjo sobre las seis de la tarde, cuando la conductora movía el vehículo para que lo pudiera retirar la grúa, dado que se había producido una avería.

El niño, según los primeros indicios, se hallaba delante del todoterreno y su madre no se percató de su presencia cuando movía el vehículo con el fin de enfilarlo para subir a la grúa.

Como consecuencia del golpe que recibió, el pequeño cayó inconsciente al suelo y con diversos traumatismos que le ocasionaron la muerte poco después del impacto y pese a la rápida intervención de los servicios médicos.

En el lugar del suceso se encontraban los dos progenitores del menor, según informó la Policía Local de Montblanc, donde la pareja se había detenido para visitar la ciudad tras pasar el fin de semana en Salou.

Inmediatamente, el niño fue trasladado al Centro de Asistencia Primaria de la localidad, donde, a la vista de la gravedad de las lesiones, se solicitó un helicóptero para llevar al menor a un centro hospitalario. Sin embargo, cuando el medio aéreo tomó tierra, el equipo de emergencia solo pudo certificar la muerte del niño.

ERROR EN EL COMBUSTIBLE

Al parecer, el accidente fue consecuencia de una serie de problemas que empezaron cuando la conductora paró a repostar y se equivocó de combustible, llenándolo con gasolina en lugar de gasóleo, según informó el Diari de Tarragona.

Debido a ese problema inicial, al intentar ponerlo en marcha una vez en el aparcamiento, situado junto a las murallas que rodean la ciudad, la conductora notó algo extraño y llamó a los servicios de ayuda en carretera para que revisaran el automóvil.

La noticia del triste suceso provocó una fuerte conmoción en Aínsa, donde residían los padres. «Son una pareja que llevan por la zona más de 10 años y que son oriundos de aquí, aunque habían vivido un tiempo fuera», manifestó un miembro de la corporación municipal.

Los padres, que tienen entre 40 y 50 años, regentan una lavandería en Aínsa, la cabecera del municipio, y son muy conocidos por la población local, señaló la misma fuente, si bien son naturales de la localidad navarra de Carcastillo. Además, también se dedican al turismo rural en Coscojuela de Sobrarbe.

Se habían desplazado a la Costa Dorada para pasar sus vacaciones junto a otra familia de la zona. El motivo de su desplazamiento a Montblanc era ver la ciudad y presenciar el Festival Lego (Brickània), coincidiendo con su último día en cartel.

DILIGENCIAS

Mientas tanto, el Juzgado de Valls, a cuyo distrito judicial pertenece Montblanc, ha abierto diligencias para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el accidente. La titular del organismo judicial informó a los progenitores del derecho que les asiste a personarse en la causa y recoger la autorización con el fin de disponer del pequeño tras la realización de la preceptiva autopsia.

Al estar personados, los padres podrán tener acceso a los datos que se recopilen en el atestado de la Policía Local y en el informe del juzgado.

La muerte de Gaizka, como se llamaba la infortunada víctima, causó un gran dolor y una viva sorpresa entre los vecinos de Montblanc, donde se movilizaron todos los medios sanitarios disponibles para prestar una rápida asistencia, crucial para salvar la vida del pequeño en los primeros momentos.

Inicialmente, se difundió que los padres y el menor residían en el núcleo de Iscles, que pertenece al pueblo oscense de Arén. Se trata de una aldea que estuvo abandonada durante muchos años y se repobló hace algún tiempo con familias llegadas de otras zonas de España.

Sin embargo, en Arén nadie sabía que en Iscles vivía una familia con un niño de 3 años, según informaron fuentes del consistorio que mostraron su extrañeza por la información, que quedó desmentida en el transcurso de la mañana de ayer.