Valdejalón ve peligrar su futuro a raíz de la sentencia de la Audiencia Nacional, dictada esta misma semana, que declara «nulas» desde el punto de vista legal las obras de construcción de la presa de Mularroya, en las inmediaciones de La Almunia. La resolución judicial, que va a ser recurrida por los regantes y las empresas constructoras, ha sido un golpe duro para la comarca. Pero aún lo ha sido más la postura adoptada por el Ministerio de la Transición Ecológica, promotor del proyecto, de no recurrir el fallo ante el Tribunal Supremo.

Claro que, en el fondo, la mayoría de los habitantes de la comarca, y los regantes en particular, confían en que la presión del Gobierno de Aragón y de la mayoría de los partidos políticos de la comunidad lleven al departamento de Teresa Ribera a reconsiderar su decisión. Creen que la obra todavía está a tiempo de salvarse, pese a que la justicia ha dado la razón a los que se oponen a la creación de una reserva artificial de agua en el río Grío, la asociación Jalón Vivo y la organización ecologista SEO BirdLife, que denunciaron que el pantano no garantiza un desarrollo duradero y además incumple la normativa en materia medioambiental. «Ahora lo que procede es restaurar los terrenos afectados por la presa y el trasvase que llevaba aparejado», señala Luis Tirado, de SEO BirdLife. «Habrá que desmontar la presa y recuperar la ribera y los cortados rocosos donde se hicieron voladuras», explica.

Un sector clave

Esa vuelta atrás preocupa a los regantes y, en general, a toda la población de Valdejalón, una comarca donde la industria y los servicios giran también en torno al sector primario, explica Marta Gracia Blanco, alcaldesa de La Almunia, que destaca que «el Ministerio de Transición Ecológica todavía no ha decidido si sigue con el pleito o no». La regidora manifiesta que la resolución judicial ha creado una «situación de desconcierto» en la comarca, si bien confía en que el recurso que se prepara depare una sentencia favorable a los regantes. «El fallo de la Audiencia Nacional ha sido una muy mala noticia para La Almunia y para el resto de Valdejalón», continúa Gracia.

Con todo, argumenta, el fallo no entra en la cuestión de fondo, sobre si es legal o no la obra, sino que trata de un asunto «de forma» que puede ser resuelto con el recurso en preparación. La Almunia es una localidad doblemente afectada por la paralización de la obra. Por un lado, el embalse está situado, en parte, dentro de su término municipal. Y, por otro, sus agricultores se verían beneficiados por la regulación del río Grío. «Ese embalse es fundamental para fijar población y para el desarrollo económico de la zona», agrega la alcaldesa, que hace hincapié en que los regantes son en su gran mayoría «pequeños y medianos propietarios».

No se entiende Valdejalón sin la agricultura de regadío, indica Marta Gracia. Sus huertas, añade, ya se regaban hace mil años mediante acequias que atraviesan las tierras más productivas de los municipios. Existe una cultura del agua que hace que este elemento vital no se desperdicie en ningún momento.

"No hay oposición"

Y la regidora utiliza un razonamiento que en Valdejalón consideran inapelable, y es el de que «en la zona no hay contestación social en contra del embalse». «Todos los habitantes saben que va a ser muy beneficioso, nadie cuestiona la utilidad de la presa», declara. De hecho, entre la población existe, de forma difusa, la sensación de que las obras no se van a parar.

«Los trabajos de construcción del túnel siguen adelante y a buen ritmo», comentaba el pasado martes un vecino de La Almunia. Esta persona acude a menudo a un punto de la carretera de Santa Cruz de Grío a Morata de Jalón desde el que se ve el trasiego de camiones en torno una explanada donde se han acumulado centenares de piezas prefabricadas destinadas al túnel de más de 12 kilómetros que debe enlazar el río Jalón con la ribera del Grío en la cola del futuro embalse. «Trabajan día y noche», aseguró.

El argumento de que se ha realizado ya más del 70% del proyecto y de que se llevan gastados en torno a 140 millones de euros se repite continuamente. Se tiene la impresión de que es demasiado tarde para echar el freno. Es más, dice Jesús Ángel Lamuela, presidente de la Sindicato de Riegos del Jalón, «las obras no se han detenido en ningún momento».

La unanimidad es visible también en las instituciones. Los ayuntamientos y la comarca de Valdejalón han aprobado declaraciones, o se disponen a hacerlo, donde apoyan la obra y apuestan por el recurso ante el Tribunal Supremo como forma de corregir el fallo de la Audiencia Nacional. «La comarca apoya unánimemente la presa de Mularroya», subraya Marta Gimeno, presidenta de Valdejalón. «Es vital para nuestro desarrollo». De momento, explica, los partidos políticos presentes en la institución ya han dado el visto bueno a un documento que muestra el respaldo al embalse y que solo está pendiente de que se eleve al consejo comarcal.

Las esperanzas depositadas en Mularroya son muchas. Baste decir que tendrá una capacidad para retener 103 hectáreas, frente a las 84 que puede guardar el pantano de la Tranquera, cerca de Nuévalos, que se nutre del río Piedra. Lo que anima a los agricultores a no perder la fe es ver que la presa, de unos 100 metros de altura, parece terminada y que el agua se ha ido acumulando en el fondo del vaso hasta formar una gran mancha azul. «Eso no se puede perder», dice una persona que conoce la causa judicial y no desea ser identificada. «La presa se ha levantado casi como una pirámide, piedra a piedra, y no creo que se desmonte jamás».

La puesta en marcha supondría mejorar el regadío

Si finalmente la obra de Mularroya se termina y se pone en marcha, una vez superados los graves escollos judiciales a los que se enfrenta, el uso de los nuevos recursos traerá aparejada una concentración parcelaria. Esta medida, a su vez, derivará en «una utilización más racional del agua», asegura Vicente López, responsable del sindicato agrario UAGA. Además, añade, gracias a los cambios traídos por la infraestructura, «en algunas zonas resultaría posible el riego a presión». En las actuales circunstancias, informa Vicente López, «cada años se pierden 30 hectómetros cúbicos de agua por falta de regulación».

El miembro de UAGA resalta que son muchos los planes ligados a la terminación de Mularroya y entre ellos cita el macromatadero de Bonárea en Épila y el riego de los viñedos de Cariñena, así como el suministro de agua de boca a distintas localidades de Valdejalón. «El agua es riqueza, eso es indudable, y en nuestro caso el nuevo embalse nos permitiría desarrollar un sector, el del turismo, que hasta ahora no ha podido fomentarse debidamente en la comarca», agrega el responsable agrario.

El recurso: jurisprudencia e infracción de ley

El secretario letrado del Sindicato Central de Riegos del Jalón, Ángel Goñi, prepara ya el recurso de casación que presentará contra la sentencia que declara la nulidad del proyecto de Mularroya. «No puedo adelantar los términos exactos del escrito, pero sí indicar que versará sobre una posible infracción de ley y que contendrá jurisprudencia en la que, en casos similares y comparables al de Mularroya, los órganos judiciales se han pronunciado a favor de los promotores de la obra, que en este caso es el Ministerio de Transición Ecológica», afirma el abogado.

Goñi subraya que todavía no se sabe a ciencia cierta si el departamento de Teresa Ribera se va a retirar del pleito o va a seguir adelante. el abogado se muestra además convencido de que la postura del sindicato de riegos goza del respaldo del Gobierno de Aragón, «como lo muestran las manifestaciones y acciones de su presidente, Javier Lambán, y de otros miembros de su gabinete», manifiesta el letrado.

Además, Goñi argumenta que se han invertido ya muchos millones en la obra, en torno a los 140, y que incluso las obras del canal subterráneo avanzan a buen ritmo.