Aquel 12 de julio de 1979, el centro territorial de TVE en Aragón apenas estaba recién estrenado y en la mañana destacaba como hecho noticioso la entrega de despachos en la Academia General Militar. «Llevábamos solo seis días emitiendo», recuerda la periodista Rosa María Artal, quien cubrió el incendio para la televisión pública.

El medio inició su andadura con pocos recursos, como ejemplifica que grabaran en el estudio con una unidad móvil exterior. Cuando tuvieron conocimiento de las llamas, acudieron «inmediatamente». «Nos tuvimos que multiplicar de una forma inenarrable. Cogí el coche y me fui hasta allí», junto al cámara Miguel París.

Humo, heridos y equipos de rescate es parte del escenario que rememora cuando llegaron al lugar, al que también acudieron a grabar los hijos de París, Ignacio y Miguel Ángel. Mientras, su compañero Antonio Barceló permanecía en el estudio. A pesar de la falta de medios de los que disponían en esos momentos, considera que realizaron «un trabajo extraordinario».

«Con esa precariedad no se podía ni grabar entrevistas. Llegué a meter en mi coche a testigos para llevarlos al estudio. Así abrimos los telediarios nacionales y emitimos en directo muchísimo tiempo», indica. Tal fue la eficacia de esta cobertura que la presentaron a los premios Ondas y fue la ganadora. También llegó al festival de Montecarlo, aunque en este caso el Gobierno presidido por Adolfo Suárez decidió retirarlo para no dañar la imagen de España.

Otra de las cuestiones que le vienen a la cabeza cuando vuelve a estos momentos es el contexto en el que se desarrolló: «Se me quedó marcado que se produjera un incendio así con esas personas dentro», en referencia a nombres como la viuda de Franco, Carmen Polo, y varios militares de alta graduación que allí se alojaban. «Es tremendo que un fuego fortuito afectara a un hotel de la máxima categoría con estas personas dentro», concluye.