Una mujer zaragozana de 80 años ha dado positivo en dos controles por legionela realizados en las últimas semanas en el hospital Clínico de Zaragoza, donde apareció un grave brote que afectó a más de 30 personas en junio. La anciana, que se encuentra en estado grave, era paciente habitual de este centro sanitario, al que acudía tres veces por semana desde hace tiempo debido al tratamiento que precisaba por padecer una enfermedad crónica.

En cualquier caso, las pruebas sólo han determinado la presencia de la bacteria mediante un análisis de anticuerpos, que sólo aparecen una vez el germen ha estado presente. Y sólo un estudio pormenorizado del origen de la cepa por la que fue infectada permitiría saber si el contagio se produjo en el lugar habitual de residencia de la mujer o en una de sus visitas al Clínico.

La paciente tuvo que ser ingresada en el propio Clínico Universitario el pasado 15 de octubre. El día siguiente presentó fiebre y se observó un cuadro compatible con una neumonía, que se confirmó el 19 de ese mismo mes. El diagnóstico apuntaba a que esta patología estuviera "originada por legionela".

Desde entonces, la paciente ha sido sometida a dos análisis serológicos para confirmar las sospechas sobre la presencia de esta bacteria. Los resultaron descartaron la presencia de anticuerpos de otros gérmenes distintos causantes de neumonía. Sin embargo los índices IgM y IgG (que determinan la existencia de anticuerpos contra la legionela) dieron positivo en ambos casos.

Los niveles hallados en las pruebas fueron todavía más elevados en el caso de análisis realizado a final de mes, algo que entraría dentro de las curvas normales que se producen en este tipo de procesos infecciosos. La paciente continúa ingresada en el Clínico Universitario y su estado es grave. El informe ha recomendado la realización de una nueva prueba que vigile la presencia de anticuerpos contra la legionela dentro de aproximadamente quince días.

Teniendo en cuenta el periodo de incubación de este germen (entre dos y diez días) y en caso de que la infección hubiera sido de origen hospitalario, éste se habría producido entre los días 5 y 8 de octubre.

En estas fechas, las torres de refrigeración 1 y 2 --en las que se apareció la cepa de legionela de junio-- ya estaban paradas.