El 30,9% de los conductores españoles que fallecieron el año pasado en accidentes de tráfico habían consumido alcohol, aunque la proporción de hombres que dieron positivo al comprobarse el grado de alcoholemia en sangre casi cuadriplicó a la de las mujeres. Así, mientras que las mujeres conductoras fallecidas en accidente que habían consumido más alcohol del permitido por la ley representó sólo el 11,2%, en el caso de los hombres este porcentaje se elevó al 40,2%, la mayoría de entre 31 y 40 años. Estos porcentajes se incluyen en la memoria sobre accidentes de tráfico del 2003, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología a partir de los resultados de los análisis de sangre practicados a 1.621 conductores que el año pasado fallecieron en las carreteras españolas. El informe revela que el porcentaje de automovilistas muertos que circularon con una tasa de alcoholemia igual o superior a 0,3 gramos por litro de sangre eran el 30,9%, casi el mismo porcentaje que en 2002 pero un 6% inferior al del 2001. El índice de alcoholemia que predominaba entre los conductores analizados es superior a 1,5 gramos por litro de sangre, lo que supone el triple de lo permitido.