El inicio de la Semana Santa de este año fue diferente. Esta vez se desfilaba con el orgullo de saber que la festividad es de interés cultural internacional. Un detalle que sí destacaron las cofradías, pero no el pregonero de este año, el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz Martorell.

El obispo, en un discurso evangelizador de más de 20 minutos en el que nombró con todo detalle a las 24 cofradías y admitió sentirte "honrado y agradecido" por ser el encargado de iniciar la celebración, animó a los zaragozanos a participar en la Semana Santa desde "la fe".

Destacó que con el paso de los años, en Aragón se han producido varios hitos como "la incorporación de los tambores a los pasos, el incremento de la presencia de la mujer y la participación de las familias" a la celebración.

La Semana Santa es, para el obispo, "el camino de la vida", "un manantial de poesía" en una ciudad que "alberga expresiones de un pueblo peregrinantes", en continuo cambio y que han tenido mucho que ver con el reconocimiento internacional de la festividad. Un título del que presumieron orgullosos los cofrades.

"Para nosotros es muy importante. Reconoce el trabajo de todo un año", explicó Marta Valcarrera, de la cofradía del Jesús de la Humillación, María Santísima de la Amargura y San Felipe y Santiago el Menor. Manuel Isasa, de la cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora, señaló que "este título hará que nuestra Semana Santa se conozca fuera de Aragón".

RECONOCIMIENTO "Las comparaciones son odiosas", recordaba el presidente de la Junta de Coordinación de Cofradías, Juan Murillo, y "en Aragón somos dados a valorar más lo de fuera, pero no tenemos nada que envidiar ni en patrimonio, tradición o historia".

Precisamente la tradición familiar hizo que ayer Diego Sebastian, de la cofradía La Columna, estuviera en la plaza del Pilar representando la tradición. "Hoy es un día diferente al resto de la semana, estamos juntas todas las cofradías y se vive de otra manera". Nera y Miguel Ángel, de 7 y 8 años llevan "desde que nacieron" en la Hermandad de Jesús Nazareno, contaban durante el pregón. "Lo que más me gusta es salir en la procesión y que mis amigos y mi familia me vea", decía Miguel Ángel.

Las 24 cofradías anunciaron el inicio de la Pasión al ritmo de los pasos. Cada una estaba representada por cuatro tambores, un timbal y un bombo dirigidos por el guión y acompañados por una hilera de escoltas ciudadanos que no se perdieron detalle del recorrido.

Los 21 grados animaron a los zaragozanos a acercarse a alguno de los puntos del recorrido con inicio y fin en la iglesia de Santa Isabel. A las 18.00 horas las calles del Casco Histórico retumbaron con el sonido de los instrumentos de percusión y las carraclas. "Acudo todos los años, es el día que más me gusta porque ves un trocito de cada hermandad", decía María Santolaria. "Este año es muy especial para mí", aseguraba Mª Victoria Arguiñeno, porque "nos haremos un hueco en el mapa".

La jornada de ayer, a la que asistieron representantes del Gobierno de Aragón -- la consejera de Educación, Dolores Serrat-- y del Ayuntamiento de Zaragoza --concejala delegada de Turismo, Lola Ranera, y varios miembros del PP-- solo es el comienzo de una semana de pasión, devoción y convivencia.