La comisión judicial y la Policía Nacional tienen previsto desalojar el antiguo hotel San Valero (okupado desde abril por una veintena de personas) a lo largo de este martes. Sin embargo, los residentes denuncian que si esto sucede tendrán que volver a dormir «en un cajero» y afirman que están «dispuestos a plantar cara» para defender su derecho a un techo. Entidades sociales en defensa de los afectados por la hipoteca han confirmado que acudirán en apoyo a los residentes.

El establecimiento okupado se encuentra en la calle Manifestación, a pocos pasos de la plaza del Pilar de la capital aragonesa. La hora prevista para volver a echar el cerrojo a este establecimiento que lleva nueve años cerrado y que pertenece a la Sareb (el banco malo) son las 10.00 de la mañana y sus inquilinos confían en poder frenar el proceso al entender que en el actual contexto de proliferación de los contagios por el covid-19 este inmueble es un «refugio» para personas que tendrían que pernoctar en la calle. Esta es la defensa que hace Santiago Llanero (según se hace llamar) al recordar que bastantes de los inquilinos tiene evidentes problemas sociales y de salud.

«SIN AYUDAS NI RECURSOS» / Los colectivos sociales que han mostrado su apoyo a los inquilinos lamentan la «rapidez» con la que se ha ordenado el desalojo, sin tener tiempo para organizar una negociación con la entidad bancaria que es propietaria del inmueble. La capacidad del edificio, rebautizado como hotel San Santiago Bendito, es para unas treinta personas. «La mayoría de las personas que están aquí dentro viven en cajeros, en los pocos días que han podido pasar aquí dentro les ha cambiado la cara a todos», afirma Llanero.

Una de las vecinas de la calle, Jessica Lodoyer, recordó que todos ellos son personas «sin ayudas y sin recursos» que no han provocado problemas entre el vecindario. Sin embargo, otras fuentes han denunciado «el nerviosismo y el miedo» que les provoca tener a personas «malviviendo» en el entorno. En el interior del hotel se han organizado en turnos de limpieza y se organizan con una «asamblea autónoma» a la hora de tomar decisiones.

Fuentes de la Policía Nacional explican que el dispositivo previsto para este desalojo será similar al que preparan en otros casos parecidos, destinado fundamentalmente a garantizar «la seguridad» de los funcionarios que tienen que ejecutar la orden del juzgado. Asociaciones vecinales, plataformas contra los desahucios y colectivos en defensa de la okupación han mostrado su intención de acudir en ayuda de los inquilinos.

NECESIDADES URGENTES / Desde el Ayuntamiento de Zaragoza recordaron que los servicios sociales de la ciudad están dispuestos a prestar las ayudas necesarias a las personas que los demanden, recordando que existen a su disposición recursos como el albergue o el listado de vivienda de alquiler regulado para viviendas con necesidades urgentes.

Por el momento, los inquilinos del hotel San Santiago Bendito defienden su permanencia en el interior como una cuestión de dignidad. «Vamos a dar el todo por el todo para conseguir que nadie se quede en la calle», aseguran.