JOAQUÍN CARBONELL

--¿Ha encontrado lo que buscaba en esta etapa en solitario?

--Estoy muy contenta. He grabado un disco muy trabajado, desde una mirada muy perfeccionista, que es como hago las cosas.

--Lo decía porque nos acostumbró a verla siempre al lado de Sabina.

--Yo creo que mi etapa con Joaquín había colmado un ciclo. Fueron muchos años, y al tener a mi hija decidí que era el momento de dedicarle mi tiempo. Tener una hija no es compatible con una gira de dos meses por América... Y de paso, tenía ganas de volcarme en mi propia obra.

--Lástima que le pilla de pleno en el peor momento de la industria discográfica.

--Ya, pero yo estoy contenta. Me cuentan además que las ventas del disco van muy bien. El momento, como dices, no es el mejor. Pero en estos casos mi ánimo está alto, aunque el panorama está bajo.

--Si miramos a nuestro alrededor, vemos que no hay ni siquiera un hueco en las teles para mostrar las canciones.

--Eso sí que me duele. Estuve recientemente haciendo un concierto en Radio 3 y la maquilladora me comentaba aquellos días gloriosos en que en TVE existían programas de música. Programas como El séptimo de caballería, ¿recuerdas? Era magnífico en todos los sentidos. Es una pena...

--Siempre puede embarcar hacia América, allí tiene mucho seguidores.

--Es verdad. América del norte y del sur. Tengo muchos amigos en México, en Costa Rica, en Chile, en Argentina... A poco que pueda iré a dar una vuelta. En México por ejemplo, conocen muy bien mi música. Además, utilizo una fórmula que me gusta mucho: tengo allí una banda local que me acompaña, con lo que supone de emocionante y de ahorro de gastos.

--¿Echa de menos esos conciertos multitudinarios con Joaquín Sabina?

--Han sido tantos años junto a él, que lo echo siempre de menos. Sabina le pone una energía asombrosa a todo lo que hace, y es muy estimulante. Estuve con él desde 1994 hasta el 2006. Trece años muy intensos.

--Se nota esa buena relación: canta una canción con usted.

--Y fue lo más fácil del mundo lograrlo: le envié un correo electrónico invitándole y de inmediato respondió: "¿Dónde y cuándo?"

--¿Qué vamos a ver en Zaragoza?

-- Un directo estupendo, muy fresco. Voy a tocar canciones de los tres discos que he grabado. Me hace mucha ilusión porque siempre estuve esperando la llamada para ir a vuestra ciudad. Ya creí que no iba a ir nunca y eso no podía ser.