El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, aseguró ayer que el cierre de las urgencias nocturnas en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Sagasta, previsto ayer, es "de sentido común" y atiende a una razón "de números" objetivos. "Analizando las cifras del centro de salud de Sagasta, del Provincial y de otros PAC, hemos determinado que la opción más razonable era la que se ha elegido", alegó.

Oliván, quien dijo "no entender" la polémica generada en torno al traslado de las urgencias al hospital Provincial a partir de las 20.00 horas, apuntó que "en Sagasta ya no se podían hacer esas consultas y porque así, además, se evitarán colapsos en el Servet", dijo. Además, apuntó que "en el Provincial se pueden hacer pruebas diagnósticas y está muy bien ubicado en la ciudad, por lo que se podrá atender a la misma población que hasta ahora iba a Sagasta", señaló.

Oliván insistió en la necesidad de "bajar la demanda" en el Servet y por ello incidió en que "la derivación al Provincial es lo más adecuado". Respecto al tema de hospitalizaciones, el consejero de Sanidad matizó que "eso es otra cosa" y, en esos casos, "si hay que ingresar a un paciente sí que será viable recurrir al Servet", añadió.

QUEJAS DE LOS PACIENTES Sobre el futuro de los trabajadores de Sagasta, el consejero señaló que "se ha reubicado a los trabajadores que se ha podido y los eventuales, evidentemente, han tenido que rescindir la relación laboral", matizó.

Por otro lado, la Asociación de Consumidores Torre Ramona, ante el cese de la actividad de las urgencias nocturnas en Sagasta, manifestó ayer, a través de un comunicado, su "rechazo" a la medida adoptada por Sanidad. "No nos gusta ni la forma, ni el fondo de esta medida. No queremos que se disminuya la asistencia en Sagasta porque creemos que la única consecuencia será que los ciudadanos acudiremos a las urgencias hospitalarias y las colapsaremos aún más", explicó el colectivo.