Calatayud Los técnicos de Fomento que ayer se acercaron a la N-234 decidieron no usar los explosivos para romper las grandes rocas que sobresalen del cerro desde el que cayeron 500 toneladas de tierra y piedras, y que mantienen desde el martes cortada la carretera. La seguridad de los edificios levantados al otro lado de la vía ha obligado al uso del taladro para evitar más desprendimientos. Los trabajos los realizan una veintena de operarios. R. C.