Partido Popular y Ciudadanos, a instancias de Vox, quieren que, por el momento, los nombres franquistas permanezcan en las calles de Zaragoza. Para empezar, el pasado viernes revocaron la decisión de ZeC de democratizar y feminizar ocho viales que todavía conservan las denominaciones impuestas en la dictadura.

Alegan para ello supuestas deficiencias técnicas en la propuesta de los comunes y, tal y como decidieron en el último pleno, han decidido que se cree una comisión, a propuesta de Vox, para que examine cada nombre antes de proceder a cambios en el nomenclátor. De hecho ya se ha iniciado el expediente.

Por ello los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza van a tratar de que se aplique la medida adoptada por el anterior equipo de gobierno para cambiar del nombre de esas arterias con resonancias franquistas o ligadas de alguna forma al régimen predemocráctico.

Así lo manifestaron ayer los portavoces del PSOE, Zaragoza en Común (ZeC) y Podemos, que anunciaron que estudiarán la manera de recurrir una decisión del equipo PP-Cs que, en su opinión, contraviene la Ley de Memoria Histórica aprobada por las Cortes de Aragón el pasado mes de febrero.

En la misma línea, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMHA) comunicó, por boca de Enrique Gómez, que ahora «el Gobierno de Aragón debería hacer cumplir la Ley de la Memoria Histórica». «Si no se cumple la normativa, que es muy clara, se contemplan medidas y sanciones para hacerla cumplir», declaró.

EL PRECIO DEL APOYO

Pilar Alegría, del PSOE, señaló que cualquier iniciativa concerniente al nombre de las calles debe ser «fruto del consenso de las fuerzas políticas». En su opinión, la revocación del cambio de nombres aprobado por ZeC es parte del «coste» del apoyo de Vox a la configuración de un Gobierno municipal de derechas.

Desde su punto de vista, lo hecho por PP y Cs contradice las manifestaciones de Azcón de gobernar la ciudad de forma consensuada y buscando el acuerdo con las demás fuerzas.

Luisa Broto, portavoz de ZeC, habló de que la decisión del alcalde Jorge Azcón «quizá tenga repercusiones jurídicas» que serán estudiadas. Asimismo, lamentó el hecho de que figuras de la época franquista sigan dando nombre a calles, en perjuicio de la política de feminización del callejero que se emprendió en la anterior legislatura.

SIN UNANIMIDAD

Amparo Bella, de Podemos Equo, fue tajante. «Se está violando la Ley de Memoria Histórica de Aragón y también la apuesta por introducir en el nomenclátor urbano los nombres de mujeres que han destacado en distintos campos de la actividad».

Esta concejala recordó que formaba parte de las Cortes cuando se aprobó la citada normativa, «que no recibió el apoyo de todos los grupos». Desde su punto de vista, acabar con la política de cambio de nombres para adaptarlos a los tiempos democráticos es una vuelta al pasado y un retroceso en la reparación de la verdad histórica.