El paciente de Guinea Conakry aislado en el hospital Royo Villanova seguirá en la planta cuarta hasta que un segundo análisis confirme que no tiene el ébola. Hoy se le realizará un segundo análisis de sangre, el protocolo indica que hay que repetirlos a los tres días de la aparición de los síntomas--a pesar de que diera negativo en la primera prueba. Ya está recibiendo el tratamiento necesario contra la malaria. Según la consejería de Sanidad, el guineano se mantiene estable desde su ingreso el pasado viernes, con 38 grados de fiebre, cefalea y dolor de garganta.

Desde la consejería indicaron que el protocolo sanitario se mantendrá activo y sin ninguna alteración hasta que la segunda prueba descarte con el 100% de fiabilidad que el guineano no tiene el virus, corroborando los resultados de la primera analítica. Sigue aislado y sin poder recibir visitas. Puede andar por su habitación y comunicarse con el exterior a través de un teléfono móvil.

Sus familiares --su mujer y sus cuatro hijos-- y la doctora que le atendió en el centro médico Torre Ramona el jueves pasado también siguen controlados por los equipos sanitarios que cada 12 horas les toman la temperatura para descartar la aparición de síntomas. Fuentes de la consejería aseguraron que son los únicos que han tenido contacto con el guineano desde que volvió de su país el domingo de la semana pasada.

El primer resultado de los análisis se conoció apenas diez horas después de haber enviado las muestras de sangre al Centro Nacional de Epidemiología de Majadahonda. Desde Sanidad no pueden confirmar cuándo se conocerá el resultado negativo ya que "depende de Madrid". En caso de que volviera a dar negativo, el paciente dejaría de estar aislado y seguiría el tratamiento habitual para la malaria.

Los síntomas de la malaria o el paludismo son muy similares a los del ébola: cefalea, fiebre alta, dolores musculares. El paciente aislado presentaba un cuadro clínico con estos síntomas, una temperatura de 38,3 grados, dolores de cabeza y de garganta. No es contagiosa ya que se transmite por la picadura de un mosquito.

En España ha habido hasta nueve situaciones en las que se ha activado el protocolo. Todas ellas han sido falsas alarmas ya que ninguno de los sospechosos ha dado positivo en ébola.