El padre de los dos bebés supuestamente asesinados por su mujer creía que los productos que usaba en su zapatería estaban detrás de los problemas respiratorios que sufrían sus hijas. Así lo señaló al personal sanitario que atendió a su primera hija. Su obsesión, según estos profesionales, era cambiarse de ropa y ducharse antes de entrar en contacto con sus vástagos. Sin embargo, la causa estaba, según las pesquisas, muy lejos de ese pensamiento. Estas mismas fuentes señalaron que la primera niña sufrió varias apneas antes de fallecer. Resaltaron que estuvo en observación muchas veces, al igual que su segunda hija --la única que ha sobrevivida--, que actualmente está siendo custodiada por los servicios sociales del Gobierno de Aragón. La investigación dirigida por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, Mercedes Terrer, se centra ahora en ampliar la autopsia al bebé por el que fue detenida Icram Benhadi. Todo apunta a que la jueza también solicitará la exhumación del cadáver de la primera niña para concretar las circunstancias de la muerte. El testimonio de los familiares, vecinos y médicos también va a ser relevante para esclarecer este suceso.