En la universidad se les conoce como el PAS , y aunque son 1.574, ni estudian ni imparten clase. Es el personal de administración y servicios, que con un 10% del voto ponderado también tiene algo que decir en estas elecciones. Ayer dialogaron sobre sus asuntos tres empleados, José Antonio González, jefe de negociado del Departamento de Ciencias de la Tierra; Inés Vázquez, del Servicio de Estudiantes; y Javier Doñágueda, jefe del Servicio de Estudiantes. Y los tres coinciden en una cosa: "No hacemos mucho ruido, pero el pas mantiene la estabilidad institucional y demuestra cada día su profesionalidad".

González arranca asegurando que no se siente muy identificado con los programas de los aspirantes. "Los candidatos los eligen los grupos de profesores, y por lo general sólo contienen generalidades sobre nosotros". Inés asiente: "Parece que no queda más remedio que dedicar unas líneas al PAS" .

Este cuerpo acaba de finalizar un complicado proceso de funcionarización (sólo un 40% de los trabajadores lo era) que todavía no ha concluido. "Hay algunas correcciones que hacer, ya que ahora los que ya eran funcionarios cobran menos dinero en algunos conceptos, como por ejemplo el de antigüedad", señala Inés Vázquez.

"Esta será una de las tareas que tendrá que acometer el futuro rector", destaca José Antonio González. Y Doñágueda recuerda otro de los problemas de estos empleados: "En muchos centros no hay unas condiciones de trabajo buenas porque falta espacio, y eso a pesar de la habilitación de una planta en el edificio Interfacultades".

Al margen del rectorado, los participantes en este coloquio auspiciado por EL PERIODICO DE ARAGON también recuerdan las competencias del Gobierno autónomo. "Falta respaldo, un compromiso mayor", señala González, y expone un argumento: "La Administración no siente presión de la universidad porque aquí no hay asociaciones de padres y los sindicatos no tienen tanta presencia como en la enseñanza no universitaria. Por eso, la DGA, y no nos olvidemos del ayuntamiento, se sienten bastante cómodos cuando escuchan las reivindicaciones de la universidad".

El concepto de autonomía

Inés Vázquez está de acuerdo: "Y eso que la consejera, Maite Verde, ha sido decana de Ciencias y conoce muy bien la universidad". Para Doñágueda, "no hay que confundir la autonomía universitaria con dejar abandonada la universidad".

Los tres están convencidos de que la participación del personal de administración y servicios en las elecciones del próximo 31 de marzo va a ser alta. "Nosotros estamos acostumbrados a los procesos electorales, porque de hecho participamos en su organización, y siempre hemos demostrado un talante muy participativo", recuerda González, que como Vázquez pertenece al sindicato OSTA.