La red de empresas que había tejido Roberto Pérez Rodríguez, el cabecilla de la Liga Nacional contra el Cáncer Infantil (Linceci) tenía vínculos con la sociedad Siftex Plus SL, de la que era administradora su esposa, María Pilar Lázaro Díez y que ocupó toda una planta del World Trade Center (WTC) de Zaragoza. Según ha podido saber este diario, Siftex Plus alquiló en marzo del 2010 la planta 16 (669 metros cuadrados) del edificio más emblemático del barrio del Actur por 8.400 euros al mes. Además, desembolsó otros 1.200 euros al mes por 15 plazas de garaje. Pero la empresa, que estafó cinco millones de euros simulando que trabajaba contra el cáncer infantil y emergencia humanitaria en el tercer mundo, dejó de pagar unos meses después de haberse instalado allí.

Fuentes consultadas por este diario apuntaron que Siftex Plus dejó de abonar un montante de hasta 72.000 euros más intereses, ya que desde que desembarcaron en el WTC, en marzo del 2010, hasta que abandonaron el edificio, a comienzos del 2012, fueron dejando un reguero de impagos solo interrumpidos por desembolsos mensuales muy puntuales. La sociedad fue denunciada y la justicia acabó por dar la razón al arrendador. La deuda se saldó definitivamente, tras abonar «cuatro o cinco pagos», en abril del 2015 ante la amenaza de embargo de los bienes de María Pilar Lázaro Diez. Ella cobraba 5.000 euros al mes como contable de Linceci y Pérez 15.000 euros como administrador único.

Aunque la planta estaba alquilada a Siftex, se domiciliaron las sedes de otras compañías -Directorio Telefónico en la red, Turismo y Ocio en la red y Turispain SLU, Directorio Telefónico de Aragón el Anuario y Busf Editorial SLU- pilotadas por el cabecilla de la trama, que gozaba de un alto nivel de vida, según aseguraron el pasado lunes miembros de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) y del grupo de Blanqueo de Capitales. De hecho, «un Mercedes llegó a estar aparcado aquí (en el WTC) durante mucho tiempo y tardaron meses en venirlo a recoger», señalaron otras fuentes consultadas.

A finales del 2010, tras instalarse Siftex en el WTC, Pérez llevó a cabo una fusión de sus sociedades (Turismo y Ocio en la Red Turispain SL, Directorio Telefónico en la red SL y Directorio Telefónico de Aragón el Anuario SL), que fueron absorbidas por Busf Editorial. Este nombre coincide con el de la oenegé Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), una organización a la que el empresario editaba su revista corporativa y que ha seguido teniendo actividad en diferentes puntos de España. Busf ha jugado un papel clave en la operativa de la estafa.