Tres de las cuatro líneas de autobús que circulan habitualmente por la plaza del Portillo recuperaron ayer su recorrido ordinario después de haber permanecido desviadas durante meses por las obras de remodelación. Mientras los usuarios de los números 21, 31 y 51 vuelven a disponer de parada en la plaza, los del 22 tendrán que esperar puesto que la anchura de las aceras situadas frente a la iglesia del Portillo obligan a los conductores a maniobrar para poder acceder a la glorieta desde Conde Aranda.

La apertura al tráfico se produjo ayer, sin previo aviso, a las nueve y cuarto de la mañana. Ingenieros del Ayuntamiento de Zaragoza realizaron pruebas en el giro de Conde Aranda y comprobaron que no reunía las condiciones para el paso de vehículos de grandes dimensiones. Además del 22, se ven afectados autocares escolares y autobuses de compañías que cubren largas distancias.

Aunque los coches ya pueden circular alrededor de la plaza, las obras de remodelación de la glorieta todavía no han concluido. El teniente de alcalde de Grandes Infraestructuras, Ricardo Berdié (PSOE), precisó que la apertura al tráfico se ha autorizado para reducir en la medida de lo posible las molestias a los ciudadanos. "Las obras no han concluido todavía. Cuando se inaugure la plaza el 22 circulará por su recorrido habitual con toda normalidad", dijo.

Ayer por la tarde, varias cuadrillas de albañiles trabajaban en la superficie de la plaza del Portillo. La glorieta se encuentra prácticamente acabada. Ya se han rellenado las zonas verdes, se han plantado las palmeras previstas en el proyecto, se han instalado varios bancos y sólo quedan pendientes algunos retoques.

La inauguración se ha fijado para el próximo martes 1 de junio y consistirá en una fiesta popular organiza conjuntamente por el Ayuntamiento de Zaragoza, las asociaciones de vecinos del sector y la de comerciantes. Los actos comenzarán a las seis de la tarde con actuaciones para niños a cargo del grupo Koskorrón (sufragado por la Asociación de Comerciantes de Conde Aranda). Posteriormente, el alcalde de Zaragoza encabezará un paseo por la calle recién remodelada y la plaza del Portillo.

DIEZ MESES DE OBRAS Las obras de reforma integral de Conde Aranda comenzaron el pasado 1 de julio. Esta actuación se sumó entonces al cierre de otras grandes arterias de Zaragoza como la avenida Cataluña, Coso Alto, plaza España y Fray Julián Garcés. En total, se vieron afectados 326.000 usuarios del transporte público de la ciudad.

La empresa encargada de desarrollar los trabajos ha sido Mariano López Navarro. Con un presupuesto de más de cinco millones de euros, se ha pretendido regenerar esta emblemática vía comercial de la capital aragonesa. La esencia del proyecto era ganar espacio para el peatón mediante el ensanche de las aceras y dar prioridad a la circulación de los autobuses de línea mediante la creación de carriles específicos.

La calle Conde Aranda se abrió al tráfico a finales del mes de abril con la intención de reducir las incidencias que el corte producía a conductores, viandantes y comerciantes.