La Policía de Zaragoza puso ayer en funcionamiento una unidad especial para luchar contra los carteristas con motivo de las Fiestas del Pilar. Los agentes ya desmantelaron un grupo de delincuentes en su primer día de funcionamiento.

La unidad, que se dedicará específicamente a este tipo de delincuencia hasta el próximo día 18, está integrada por diez policías y depende de la comisaría de Centro, cuyo distrito es todos los años el más afectado por los robos en estas fechas.

Con la puesta en marcha de este grupo policial, la Jefatura Superior espera repetir la experiencia de la última edición de las fiestas, en la que se consiguió reducir la cifra de hurtos de años anteriores y se desarticularon varias bandas delictivas. En esta ocasión, la unidad ha incrementado el número de efectivos, al pasar de ocho a diez.

En su primera jornada operativa, la unidad ya desmanteló ayer a un grupo de carteristas que acababa de llegar a Zaragoza para actuar durante las fiestas y detuvo a tres personas. No obstante, otros dos integrantes de esta banda consiguieron eludir la detención y los agentes prosiguen las investigaciones para identificarles.

Como todos los años, las Fiestas del Pilar son un polo de atracción para estos grupos de carteristas españoles e internacionales. En el 2003, la actuación de esta unidad policial permitió la desarticulación de tres bandas importantes formadas por delincuentes rumanos, argelinos y suramericanos, respectivamente. Asimismo, se practicaron varios arrestos de carteristas que actuaban individualmente.

No obstante, la principal labor de estos policías tiene un carácter disuasorio, ya que su presencia vigilante en los grandes actos de masas y en las concentraciones de público sirve para intimidar a los delincuentes y que éstos suspendan sus actividades.

Los carteristas suelen actuar principalmente en las calles y comercios del centro de Zaragoza con motivo de los actos más multitudinarios del programa de fiestas y en algunos puntos críticos de la ciudad, cono la plaza de toros y las zonas de bares. En el 2003, otros lugares afectados por estas actividades delictivas fueron el Mercado Central y el rastro de La Romareda, donde fue desarticulado un grupo que en una mañana robo cerca de un centenar de carteras.