La colaboración ciudadana y la labor policial hizo posible la madrugada de ayer el arresto de dos jóvenes de 18 y 19 años a los que responsabilizan de la quema de 13 contenedores --nueve de ellos la noche de su detención--, dos coches y varios maceteros en distintos barrios de Zaragoza. La investigación continúa abierta, de forma que no se descarta que les atribuyan más actos vandálicos cometidos en los últimos meses en la ciudad. Los jóvenes pasarán a disposición judicial mañana, previsiblemente.

La suerte se le acabó a A. F. C., de 19 años, cuando un vecino de la calle La Coruña de Torrero le sorprendió introduciendo varias cerillas encendidas a la vez en el buzón de propaganda del edificio. Avisó a los agentes, que llegaron antes de que el joven pudiera escapar, ya que al parecer por nerviosismo había comenzado a apagarlo él mismo.

Una vez arrestado, las pesquisas de los agentes condujeron a la detención de un presunto amigo y cómplice, A. M. R. B., de 18 años. Ninguno de ellos tenía antecedentes penales.

A ambos les atribuyen un recorrido en el que habrían quemado un depósito en la calle Predicadores del Casco Histórico, dos en la esquina de las calles Pablo Sarasate y Blanca de Navarra, en Delicias --no les constaban como intervención a los Bomberos, aunque dañó una fachada-- y otros seis en la zona: dos en la calle Unceta, uno en Obispo Tajón y tres en Manuel Dronda. También habrían prendido un macetero del portal del número 8 de la calle García Sánchez.

El trabajo de la Policía Científica y la investigación del operativo conjunto --Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía-- contra este tipo de vandalismo ha permitido imputarles además, teóricamente, los incendios de tres contenedores la semana pasada en la calle Domingo Ram (una noche en la que ardieron cinco) y un contenedor, dos vehículos aparcados junto a él y tres maceteros en la calle San Antonio María Claret, durante la noche del pasado 8 de diciembre.

Solo los daños en los contenedores supondrían, de probarse su autoría, un desembolso de más de 9.100 euros a los jóvenes, dejando aparte los causados en coches y fincas particulares.