Los grupos de la oposición denunciaron ayer la "crisis" que sufre el ayuntamiento y que según el PP es "permanente". "El alcalde es débil y está en manos de CHA en las cuestiones del estadio", aseguró el portavoz popular, Ricardo Mur. "Las traiciones entre los socios son constantes y la balsa de aceite de la que hablan es ya una olla a presión", añadió. Mur acusó a Belloch de incumplir las promesas y de preocuparse únicamente de captar dinero "para obras electorales".

El portavoz del PAR, Manuel Lorenzo Blasco, exigió al alcalde "que tome el timón para que haya por fin un proyecto con un único criterio". Paralelamente, el concejal aragonesista acusó a CHA de ser un "elemento de distorsión incapaz de mantener pactos" y aseguró que los socios de Gobierno "parecen una banda y no de amigos". Blasco se mostró satisfecho de que el pleno del pasado jueves permitiera "comprobar la fragilidad de la operación Romareda".

IU calificó la situación de "ceremonia de confusión". El coordinador general de la formación, José Manuel Alonso, denunció "la ausencia de proyecto común para la ciudad y los intereses partidistas que presiden la relación entre los partidos gobernantes en el ayuntamiento".