El portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pedro Navarro, denunció el «atropello» que significa la decisión unilateral y «sectaria» de Zaragoza en Común (ZeC) de cambiar el nombre a varias calles de la ciudad como la dedicada al alcalde Miguel Merino, ubicada en el barrio rural de Villarrapa. Según Navarro, Santisteve está «atentando contra el sentido común y permanece instalado en su guerracivilismo» y ha asegurado que «en el fondo, estamos ante un nuevo ataque frontal a la transición y un intento de invalidar el mejor legado histórico de nuestra nación».

El nombre de Merino será sustituido por el de Pilar Ponzán Vidal, maestra de Huesca que tuvo que exiliarse durante la guerra civil y que relató las peripecias de su hermano Francisco, conocido anarquista.

Según Navarro, «llamar franquista a Miguel Merino es un insulto gratuito que sólo puede proferir una persona inculta» y ha advertido de que «el Partido Popular no consentirá que se ensucie la memoria de este alcalde y de otros como Mariano Horno Liria».

Recordó que Miguel Merino «fue un político que, a escala local, pertenece a la generación de los Suárez, Gutiérrez Mellado, o Torcuato Fernández Miranda, la generación de quienes trabajaron desde las instituciones para impulsar la democracia y el sistema constitucional». Por eso, exigió a Santisteve que pida disculpas a la familia por «intentar deshonrar su memoria de forma tan vil».

Anunció además que el Partido Popular presentará alegaciones a este «disparate de cambios equivocados y sectarios que sólo buscan confrontación». En este sentido, Navarro señaló que su formación no tiene inconveniente en utilizar los nombres de mujeres propuestos para denominar nuevas calles de Zaragoza, pero detalló que «una vez más, el Gobierno de Zaragoza se ha atribuido competencias que no tenía quitando el nombre a varias calles como hizo con el Pabellón Príncipe Felipe».

Finalmente, puso como ejemplo el acuerdo unánime al que llegaron todos los grupos municipales (incluido IU) en los años 2008 y 2009 para retirar el nombre a más de 40 calles en virtud de la Ley de Memoria Histórica, respetando la memoria de alcaldes y rectores.

El portavoz adjunto lamentó que «una vez más, todo esto ha saltado por los aires en consonancia con lo que ha hecho ZeC durante toda la legislatura: buscar la confrontación».