El presidente del PP en Aragón, Luis María Beamonte, aseguró ayer que su partido prepara actualmente las listas de candidatos a las elecciones generales y autonómicas con «mucha tranquilidad» y sin tener sobre la mesa, «de momento», ningún «fichaje estrella». En relación a las próximas convocatorias electorales, Beamonte explicó que su formación en Aragón afrontará en primer lugar la preparación de las listas a las generales y, posteriormente, las autonómicas.

El presidente autonómico del PP destacó, en declaraciones a los medios recogidas por Efe, que la «inversión» de este proceso de elaboración de las listas podría generar «algún problema o distorsión» que su partido, al que se refirió como «una organización tranquila y, dentro de lo que cabe, bastante cohesionada», quiere evitar.

En su comparecencia ante los medios, el dirigente popular expresó su preocupación ante la situación del «sector del diésel» y del inminente cierre de la central térmica de Andorra, que atribuyó a la posición «ideológica» de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

A su juicio, «hablar del diésel como lo ha hecho el Gobierno es una auténtica irresponsabilidad, porque la Unión Europea limita las emisiones y no dice que de repente se suprima en un año determinado, porque eso produce un hundimiento de mercado, como el que se viene produciendo».

Beamonte aseguró que los planteamientos mantenidos respecto a esta cuestión por parte de un gobierno «que va a entrar en funciones, en un momento en el que no hay presupuestos generales y en el que es imposible concretar nada, son cantos de sirena».

En relación a la térmica de Andorra, Beamonte lamentó que el gobierno de Pedro Sánchez no hubiera planteado un periodo de transición de al menos una década para actuar con «tranquilidad, certidumbre y previsión, y no con anuncios repentinos de que van a llegar empresas o se van a instalar otras». «La realidad es que 4.000 familias se van a ir a la calle, y esto es lo que ha hecho el Gobierno socialista, por mucho que el aragonés quiera distraer con planteamientos de una naturaleza o de otra», afirmó.

El político del PP defendió también la posición de su partido respecto al conflicto del taxi y de las VTC, con una propuesta de diálogo entre la libertad de mercado y la situación a la que se enfrenta el primero. En su opinión, «al sector del taxi no se le puede arrinconar de cualquier manera porque forma parte de un elemento que pervive, la garantía de movilidad y, por lo tanto, la invasión repentina de algún operador hay que analizarla con cierta contención y prudencia».