El frío de estos días no está impidiendo que todos los niños del colegio Valdespartera cumplan con su misión de esta semana: plantar 608 árboles en un solar de 14.374 metros cuadrados cercano al centro escolar.

Durante la mañana de hoy, divididos en grupos, los alumnos han ido accediendo al solar por segundo día consecutivo. A las 11.30 de la mañana ha sido el turno de los alumnos de segundo y cuarto de primaria, que han sustituido una de las clases del día por algo más práctico donde se han tenido que manchar las manos y demostrar sus habilidades de jardinería. Ataviados con sus propias palas y rastrillos y acompañados por sus profesores, se han acercado al gran terreno en el que sus compañeros ya habían plantados en torno a unos 200 árboles.

El técnico de la empresa Plantea, adjudicataria de la obra de repoblación del solar, Carlos Ávila, les ha dado una breve explicación para saber hacerlo correctamente y de dos en dos se han ido acercando con mucho cuidado de no pisar nada, a los que iban a ser sus árboles en propiedad.

Ávila les ha entregado el material adecuado y los ha llevado por parejas a los huecos habilitados para introducir las diferentes especies que la empresa había traído para la ocasión. Pinos, encinas, sabinas, almendros e higueras, así como las plantas arbustivas como enebros, coscojas y espinos negros, fueron las elegidas debido a que eran las que mejor se iban a adaptar al medio de la estepa zaragozana.

Antes de ponerse manos a la obra, durante la semana previa a la actividad, los pequeños han tenido tres tipos de actividades elaboradas por el Ayuntamiento de Zaragoza para trabajar tres conceptos diferentes. El primero de ellos les ha servido para comprender para qué sirven las plantas, intentar determinar las cuestiones de bienestar social, la mejora del ambiente, los elementos que sirven como alimento y las materias primas. El segundo taller iba dirigido a la identificación de las plantas y las características de las nueve especies con las que iban a trabajar. Por último, la tercera actividad consistió en diseñar un jardín con las plantas que ellos eligieran y así poder valorar cuánto les había costado hacer el jardín, cuánto les iba a costar mantenerlo y qué impacto ambiental tenían sus jardines.Estos talleres han sido impartidos en los cursos de tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria y es por eso por lo que los más mayores han acudido como mentores de los más pequeños que, no habían recibido la información previa, y que se dejaron guiar por sus compañeros de colegio y sus profesores.

Ávila ha asegurado que esperaba que esta experiencia sirviera «de referencia para otras juntas de distrito» para que, en colaboración con el Área de Medio Ambiente del ayuntamiento, «se pueda realizar en otros lugares de la ciudad».

Además, una de las profesoras que acompañó a los alumnos, Pilar, ha explicado que por parte del colegio y los alumnos, iba a haber una continuidad. «Dentro de un tiempo vendremos a verlos, a cuidarlos y en clase seguiremos trabajando sobre las plantas que hemos puesto»

La jornada laboral ha llegado a su fin una hora después, los niños se han encargado de hacer los agujeros más profundos, de introducir el árbol o arbusto correspondiente y de echarle mucha tierra. Después, los trabajadores de la empresa se encargaran de poner los protectores para que, las futuras sombras de este nuevo pulmón verde Valdespartera, crezcan sin temor a que algún animal se acerque a ellos y los rompa.

Los pequeños han vuelto a hacer fila mientras se limpiaban las manos de tierra, algunos han seguido haciendo agujeros por el resto del solar aprovechando que podían disfrutar de la arena del campo y no del asfalto del recreo, otros han preguntado a su profesores si se podían llevar de recuerdo unas cuantas piedras y, mientras todos juntos volvían al colegio de nuevo a sus aulas, se podía escuchar como alguno de ellos ya había olvidado cual de todos los nuevo árboles que había plantados en el solar era el suyo.