Bélgica, Canadá, Australia o EEUU utilizan el flujo monetario (poner en relación lo que se recauda en un territorio con lo que el Estado invierte en el mismo). Y lo hacen instituciones públicas e independientes, según un trabajo realizado por el Institut d´Economia de Barcelona (IEB). En opinión de profesora Marta Espasa y la catedrática Núria Bosch, ambas investigadoras del IEB, este método, aunque el otro también está aceptado, es más objetivo. "Evita tener que plantear múltiples y discutidas hipótesis sobre quién soporta la carga impositiva y quién es el beneficiario del gasto, como sí que requiere el método carga-beneficio". El profesor de la Universidad de Montreal, François Vaillancourt, explica en el estudio del IEB que un sistema adecuado de flujos fiscales arrojará "equidad horizontal con las regiones en circunstancias similares (renta, infraestructruras, etc) tratadas del mismo modo; y equidad vertical, con regiones ricas que contribuyan más o reciban menos que las más pobres".