Las incineraciones en el cementerio zaragozano de Torrero superan ligeramente a las inhumaciones. Aunque las cremaciones alcanzan el 52%, la tendencia apunta a que seguirá al alza ya que se esta produciendo un nuevo fenómeno: el reagrupamiento familiar. Según explicó el director de servicios de información y organización de Urbanismo, José Abadía, cada vez son más las familias que piden la exhumación de sus seres queridos para reagruparlos en urnas que depositan en capillas o nichos.

Desde hace años, las cremaciones superan a los enterramientos. Se trata de un cambio en la «cultura funeraria» que nada tiene que ver con que sea más económico, aseguró Abadía. El año pasado se realizaron más incineraciones que entierros, un 52% de las más de 5.500 servicios funerarios, cifra similar a la de años anteriores aunque lejos de las del 2013, cuando rondaba el 60%. Según Abadía, no es que haya habido un decrecimiento respecto al 2013, sino que, al abrir otros tanatorios privados se ha diversificado.

NUEVA TENDENCIA / Actualmente se vive un nuevo fenómeno que pasa por reubicar en una misma capilla, nicho o columbarios a los familiares, en lugar de que estén en diferentes puntos del camposanto. Según explicó Abadía, en la mayoría de los casos se acaba realizando una cremación, lo que ha provocado una mayor demanda de espacios donde poder colocar las urnas, aunque, en muchos casos, los propietarios poseen capillas o nichos, con capacidad para varios. Esta unión de seres queridos no ha tenido afección en las capillas o sepulturas que el consistorio está construyendo para que se realicen enterramientos colectivos. Pese a que hace unos años se produjo una gran demanda, Abadía confirmó que, finalmente, ha sido «menor» de la que se esperaba.

«En su momento era importante poder satisfacerla», aseguró, por lo que iniciaron los trámites para construir zonas con huecos para tres o cuatro ataúdes. Por ahora, se ha comenzado la construcción de 40 sepulturas en tierra en la manzana 118 con espacio en altura -en el subsuelo- para varios ataúdes.

COLECTIVOS / También se están levantando nueve capillas para enterramientos colectivos en la manzana A-4. El proyecto contempla 56 unidades que se irán haciendo poco a poco y según las necesidades.

Se están levantando en la franja junto al lateral sur del cementerio y hay dos tipos de edificaciones, lineales y adosadas, estás últimas en módulos compuestos de tres y cinco bloques.

Para respetar en todo momento la escena urbana, se construirán pequeñas plazas ajardinadas, que alternarán con conjuntos de plantaciones, entre las que destacan los árboles bíblicos como el olivo y la palmera. También se utilizarán chopos y lavanda aromática. Estas capillas dispondrán en su interior de un vestíbulo con un pequeño altar al fondo, cinco niveles de enterramientos a cada lado, con un total de diez nichos y diez columbarios. Un lucernario sobre el vestíbulo iluminará la estancia.

El camposanto zaragozano tiene 48.979 nichos de alquiler y 66.408 perpetuos; 1.117 capillas, 1.651 panteones; 5.177 columbarios; 842 cinerarios y 19.643 sepulturas de alquiler. También dispone de tres zonas para esparcir las cenizas que, según Abadía, son muy utilizadas. Una de ellas, gratis y anónima, otra donde se pueden enterrar las urnas y colocar una chapa y una flor en su lugar. Abadía destacó que, cada vez más, se compran urnas biodegradables. Algo que no sucede con los ataúdes.

Este año el ayuntamiento ha creado el espacio Flores del recuerdo para que aquellos que quieran honrar a sus seres queridos enterrados en otro lugar.