El Ayuntamiento de Fréscano inició ayer la reforestación de los montes de Burrén y Morredón, dos lomas de utilidad pública próximos al municipio y en los que se hallan ubicados dos yacimientos arqueológicos.

La reforestación empezó ayer con la llegada de los primeros 12.000 pinos que ya están en Burrén para ser plantados. Para descargar dichos árboles, el Ayuntamiento de Fréscano contó con la colaboración de miembros del Centro Ocupacional de Agón. Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan Director sobre la Edad de Hierro en la Cuenca del Huecha que el consistorio ejecuta desde hace tres años.

Dentro de este proyecto marco con el fin de potenciar y recuperar esta zona, el consistorio ya ha llevado a cabo la excavación y documentación del yacimiento arqueológico de Morredón y la siguiente actuación que contempla el documento es la reforestación del entorno de este yacimiento para hacerlo más visitable. Con este propósito, se acaba de iniciar la plantación de árboles que cuenta con una subvención de los Fondos Europeos Feder, del Instituto Aragonés de Empleo y del propio Ayuntamiento de Fréscano.

APROVECHAR EL TERRENO Según el alcalde de Fréscano, José Valentín Cuartero, con la reforestación se pretende "aprovechar un terreno que hoy en día está bastante erosionado y tiene escasa vegetación, y mejorarlo estéticamente para evitar la erosión del monte". En definitiva, el propósito último de esta iniciativa es favorecer el hábitat de los animales y adecuar el entorno del yacimiento de cara a "la puesta en valor de estos yacimientos y a su visitabilidad". Y es que, a la larga, la intención del ayuntamiento es crear también un centro de interpretación.

Para llevar a cabo la reforestación, el Ayuntamiento de Fréscano ha contratado a dos trabajadores a través del Inaem que trabajarán durante los próximos cuatro meses en este proyecto que está considerado "una inversión de futuro para el municipio", según aseguró el primer edil del municipio.

Además, la plantación de árboles se hará de forma muy cuidada utilizando especies autóctonas. Así, en estos montes se plantarán unos 30.000 pinos y en las zonas de barrancos se pondrá tamariz, chopo y orgaza. Mientras, en los lugares más salitrosos se plantará esparto, retama y rosmarinus.

Sin embargo, antes de iniciar propiamente la reforestación ha sido necesario proceder al deslinde del monte, una tarea para la que el consistorio ha contado con la colaboración de la DGA. Este trabajo ha servido, según explicó Cuartero, para conocer hasta dónde llega exactamente la propiedad municipal. Una tarea en la que se han volcado los vecinos afectados, ya que entienden la importancia del proyecto para el futuro del municipio.