Jaime B. G. llevaba dos años en el centro penitenciario de Zuera cumpliendo una condena de tráfico de drogas cuando, supuestamente, participó en una pelea en el interior de la prisión en la que otro interno resultó gravemente herido. Ahora, este joven afronta tres años de privación de libertad por estos hechos.

Es la pena que solicita la Fiscalía Provincial de Zaragoza para este hombre por unos hechos que ocurrieron en el gimnasio de esta cárcel. Según relata la acusación pública en su escrito de acusación, la pelea tuvo lugar un 17 de septiembre del pasado año sobre las 17.15 horas. Al parecer, en unión con otras personas que no pudieron ser identificados el encausado inició una discusión en la que otro reo fue brutalmente golpeado.

El encausado empleó, presuntamente, una barra de hacer pesas que estaba en estas instalaciones deportivas con la que golpeó por todo el cuerpo de la víctima. Como consecuencia, el hombre sufrió un traumatismo torácico cerrado con fractura del extremo distal del radio izquierdo. Unas lesiones que obligaron a la dirección del centro a movilizar con urgencia una ambulancia del 061 que le trasladó a la unidad penitenciaria del hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza. Allí tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

IMPEDIDO

La víctima estuvo ingresada durante tres días y su recuperación la realizó en la enfermería de la cárcel de Zuera, de dónde salió 27 días después porque estaba impedido para realizar determinados movimientos.

De ahí que la acusación pública haya solicitado no solo la pena privativa de libertad, sino también el pago de una indemnización de 3.860 euros.

El acusado, defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero, mantuvo durante la instrucción del caso en un juzgado de Zaragoza que él no fue el autor de esa agresión, que tuvo que ser cualquier otro de los hombres que en aquel momento se encontraban en el gimnasio. Frente a su versión está la de los funcionarios de prisiones que señalaron que de todos los allí presentes el autor de esa agresión fue Jaime B. G. De hecho, estuvo un tiempo en la celda de aislamiento por su mal comportamiento.