Albert Rivera aseguró ayer, durante un encuentro público con dirigentes de Ciudadanos, que intentará hasta el último minuto que la formación naranja gobierne en comunidades cuyo Ejecutivo no está del todo decidido, como Navarra y Aragón. Así lo aseguró en un encuentro con más de 150 dirigentes entre los que se contaba el aragonés Daniel Pérez Calvo.

Este explicó a este diario que el mensaje avala lo que llevan semanas diciendo, que siguen tendiendo la mano al PAR para que «reflexione» sobre los posibles pactos en los que le están involucrando, con Podemos, y negocie con ellos un Gobierno alternativo de centro-derecha, «liberal y moderado».

Un mensaje que no por repetido cala en los aragonesistas, ya que según fuentes del partido no hay la más mínima posibilidad de que den marcha atrás en su acuerdo de gobernabilidad con el PSOE. El foco está ahora en los socialistas y los avances que puedan realizar con Podemos y CHA, fundamentalmente, de cara a lograr al menos la investidura de Lambán. Unas negociaciones que siguen en modo discreto, y en las que, según fuentes consultadas, no se esperan avances significativos por lo menos hasta el lunes.

Por ahora, aunque Lambán afirmaba anteayer que todos estaban mostrando «altura de miras» en las negociaciones, el mayor escollo parece estar en las exigencias de entrar en el Gobierno. Una posibilidad que fuentes del PAR descartan en el caso de Podemos, aunque no tanto en el de CHA, con el que al parecer no verían mal formar una coalición a tres bandas, «moderada y transversal», como vienen diciendo todos, pese a las evidentes diferencias ideológicas.

Izquierda Unida, que descarta Gobierno pero sí exige medidas programáticas para apoyar la investidura, sigue sin tener claro su apoyo, pero matemáticamente tampoco sería necesario si los socialistas se garantizan el respaldo de CHA y Podemos.