Las calles de Rubielos de Mora recuperaron este fin de semana el aspecto que tuvieron hace seis siglos, cuando Pedro IV --"el del puñalico", según le dicen-- se trasladó hasta el municipio para entregar el título de la villa. Tal transformación se vivió con motivo del fin de semana medieval, que se inició el sábado con la apertura del tradicional mercado y se prolongó hasta ayer.

Suculentas cenas medievales, exhibiciones de tiro con arco y los dulzaineros fueron algunos de los atractivos de estas celebraciones. El mercado medieval se recuperó hace nueve años, y constituye una de las actividades más populares.

El toro jubillo, antigua forma del toro embolado, es una de las actividades más destacadas del programa. Antiguamente las bolas del yuguete se elaboraban con cáñamo, resina de pino, pezcoca y esencia de trementina y se untaba al animal con arcilla, para evitarle quemaduras. En la actualidad se utilizan parafinas y ceras. Con la recuperación de esta tradición nació hace 17 años el fin de semana medieval.