El barómetro de enero de AC Consultores, en encuesta publicada el domingo en estas mismas páginas, apunta a una clara mayoría de izquierdas en las próximas elecciones municipales zaragozanas, a celebrar, Rajoy mediante, en el mes de mayo de 2015.

Sumados en un sólo cómputo, los concejales de PSOE, Izquierda Unida y Chunta Aragonesista ascenderían a veinte en Zaragoza capital, mientras que los de la derecha (Partido Popular y Unión, Progreso y Democracia, se quedarían, según el escrutinio de AC aparecido en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, en doce).

De la estadística se desprende otro dato de graves consecuencias para el PAR, la fuerza nacionalista que hoy gobierna Aragón con Luisa Fernanda Rudi. La lista de José Ángel Biel sigue sin entrar en el Ayuntamiento de Zaragoza. Visto desde fuera, parece algo inexplicable. Dentro se piden explicaciones y se urgen soluciones drásticas.

Pero no todo son íntimas carencias. Obviamente, la crisis económica y su tratamiento por parte del gobierno de Mariano Rajoy están pasando factura al PP y a sus aliados.

La cadena de recortes, la persistencia del paro, la precariedad del poco empleo que se genera, la congelación o bajada de sueldos y, en general, la impresión de que los políticos o no saben o no quieren encontrar el camino del bienestar ciudadano se está traduciendo en una pérdida de sufragios para el partido gobernante.

Queda poco para las Europeas de junio, siempre irrelevantes, y mucho aún para las municipales y autonómicas del 15, por lo que no es descartable en absoluto que el el PP se recupere en Aragón. Sin embargo, a día de hoy, ni su mensaje ni su acción están calando con la suficiente profundidad como para asegurar la reeleción de la alianza PP--PAR. La resta de cinco concejales en el Ayuntamiento de Zaragoza no puede explicarse fácilmente en el PP, y menos si recordamos que esa debacle (en torno a 50.000 votos perdidos) se produce estando en la oposición, que es el lugar, precisamente, desde donde se crece.

Juan Alberto Belloch, gracias a su política de equilibrios y concesiones a IU y CHA, se escapa de la quema y podría repetir, pero antes deberá enfrentarse a sus opositores internos.

A unos y otros les espera un año de batallas a puerta cerrada.