En la política, como en el amor, casi todo es, al principio y al final, cosa de dos, aunque no siempre funcionen adecuadamente las parejas.

Llevando el símil al plano de lo concreto, la secretaría general del Partido Socialista Obrero Español está siendo materia de disputa electoral entre dos jóvenes políticos muy desconocidos del gran público, Pedro Sánchez y Eduardo Madina.

Pero, se preguntan muchos, ¿quiénes son o serán ellos, a qué dedican el tiempo político y el tiempo libre?

La revista Tiempo, por medio de un reportaje de Luis Calvo, ha buceado en sus vidas y milagros, a fin de documentar a sus lectores sobre las características y semblanzas de ambos.

Comenzando por quien parece tiene más posibilidades de alzarse con la secretaría general, Pedro Sánchez, hay que recordar que es doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela, donde actualmente ejerce como profesor de Estructura Económica. Tiene un master en estudios europeos y ha trabajado como asesor en el Parlamento de la Unión. Entre unos y otros cometidos para empresas o instituciones públicas ha intercalado algunas contrataciones con empresas privadas. Ha sido concejal del Ayuntamiento de Madrid durante dos legislaturas (2003-2009), y diputado nacional.

Por su parte, Eduardo Madina ingresó en 1992, con 17 años, en las Juventudes Socialistas de Euskadi.

Su padrino, con quien sigue manteniendo una estrecha relación, fue el dirigente socialista y ex lendakari Patxi López.

Antes de cumplir los treinta años, Madina era secretario de las Juventudes socialistas vascas. Entonces sufrió la pérdida de una pierna a manos de ETA, que atentó contra él con una bomba lapa. Desde 2004, gracias a una iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero, es diputado nacional. A partir de 2009 comenzó a ejercer el cargo interno de secretario general del Grupo Parlamentario Socialista.

Dos perfiles, por tanto, muy diferentes. Intelectualmente, Sánchez parece estar mejor formado y preparado, pero dicen de Madina que contacta con gran facilidad con los militantes de base, algo fundamental para un secretario general.

Lo que no parece que vaya a funcionar es el tándem, la pareja.