El consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, José Luis Saz, pidió ayer a los diputados de las Cortes que no mezclen "balanzas fiscales con el modelo de financiación". Para el responsable de las cuentas públicas de la comunidad, mezclar ambos conceptos --en un momento de máxima tensión territorial y en el escenario previo a la reforma del sistema-- es "enturbiar el debate y hacer el juego a quienes pretenden confundir conceptos", en alusión a Cataluña, que se considera agraviada al aportar más al Estado de lo que percibe.

La aclaración de Saz, en la comisión de Hacienda, llegó tras la intervención del diputado de CHA, José Luis Soro, quien se interesó por conocer la opinión del consejero (al igual que la diputada socialista, Ana Fernández) respecto al nuevo cálculo que empleará el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para definir las balanzas. Este se basa en computar a las comunidades todos los servicios centrales del Estado según su población. Para Soro, esta nueva metodología se basa en la "obsesión anticatalana" y puede perjudicar a Aragón.

Este punto fue el más destacable de la comparecencia del consejero para explicar la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrada hace casi dos meses, y en la que se acordó trasladar a las comunidades el impuesto de Patrimonio, que supondrán 27 millones a las arcas públicas. El PP y el PAR se congratularon de no incrementar la presión fiscal (a pesar de que el PP estatal ha subido el IVA, el tramo del IRPF y un buen número de medidas gravosas) y el diputado aragonesista, Antonio Ruspira, reclamó al consejero "mano firme para seguir recortando" sobre todo en empresas públicas y gastos superfluos.

Por otro lado, y tras la queja de IU, el presidente de la Mesa indicó que si no comparece la interventora general de la DGA, como esta formación pide desde agosto, es porque se opone la mayoría de la misma (PP-PAR). Para el diputado de IU, Adolfo Barrena, es "otra muestra de la prepotencia" del PP.