Presumen de una amistad que nació en la colonia de la Virgen de las Gracias, en el madrileño barrio de Carabanchel, en los años 50. Un lugar que acogió a muchas familias numerosas que iniciaron vidas en paralelo, cuyos hijos compartieron cientos de horas en un club juvenil en el que descubrieron desde el teatro al cine fórum. Después de que cada uno emprendieron su vida, se reencontraron. Esos recuerdos, esa amistad indeleble, les llevó a fundar, en 1995, el club Siempre Amigos, una asociación singular que recorre diferentes lugares en sus reuniones anuales, que tiene hasta su propio libro --obra de Pedro Aguado-- y que hace unos días celebró su 20 aniversario en Zaragoza y en el Monasterio de Piedra. Un reencuentro esperado de quienes presumen de la amistad como uno de los grandes tesoros.