La ejecución presupuestaria del Gobierno de Aragón alcanza niveles muy bajos a fecha del 31 de agosto de este año. A tan solo cuatro meses del final de año y después de que se produjera el cierre contable el pasado 6 de octubre, el porcentaje de gasto total es tan solo del 54%, cuando en el primer semestre del 2013, este era del 60%. El problema se agrava si se tiene en cuenta que el Departamento de Hacienda ya ha efectuado el cierre de caja este mismo mes y se está controlando con lupa el déficit para evitar sobrepasar el tope fijado en el 1%, algo difícil de cumplir y que agrava todavía más el cumplimiento de los pagos.

Estos datos, proporcionados por el Gobierno de Aragón atendiendo una pregunta parlamentaria de la diputada del PSOE, Ana Fernández, son todavía más elocuentes si se tiene en cuenta que hay siete departamentos que globalmente tienen una ejecución menor que el año pasado. Y en muchos casos, se trata de los que tradicionalmente son más inversores y los que estaban llamados a dinamizar la economía y estimular el crecimiento de empleo. De este modo, en junio del 2013 el Departamento de Política Territorial ejecutó el 38,54% de su presupuesto total y este año va por el 18,5%. Economía y Empleo ejecutó el 37,77% y este año, en agosto, llevaba solo el 20,48%. Industria e Innovación ha pasado del 32,32% al 20,51% o Sanidad ha pasado del 49,35 al 47%.

SIMILAR PORCENTAJE

En otros casos, la ejecución es similar a la del primer semestre del año pasado pero con la diferencia que los datos del 2014 que se conocen son del mes de agosto. Es el caso del capítulo destinado a las administraciones comarcales o en Obras Públicas (de un 44,18% al 42,82%).

Dado que el mayor volumen de la ejecución se corresponde a los gastos de personal, que por lógica están al corriente y por tanto llevan una elevada ejecución presupuestaria, si solo se tiene en cuenta el apartado destinado a las transferencias corrientes o a las inversiones reales, las cifras son mucho más desalentadoras.

En consejerías como la de Política Territorial, las inversiones reales tan solo son del 11% y las transferencias de capital de un 0,26%, según los datos proporcionados por el Ejecutivo autonómico. En Industria e Innovación, ninguno de ambos conceptos superan el 8% y en Economía, el 31%. Las inversiones en Educación, a pesar de que este año ha habido obras en centros educativos, es del 32% y del 66% por transferencias corrientes.

Dentro de estos datos, hay departamentos en los que la baja ejecución está más justificada. Es el caso de Agricultura y Medio Ambiente, donde no supera el 18% si bien es cierto que esta área viene condicionada por los pagos de la Política Agraria Común, que suele llegar a final de año. De hecho, y a pesar del cierre contable de octubre, las administraciones públicas acumulan el mayor volumen de pagos se produce en el tercer trimestre, lo que indica que estos porcentajes aumentarán. En cualquier caso, el ritmo a estas alturas del año es considerablemente menor que en el primer semestre del ejercicio presupuestario del 2013.

Las dificultades del Gobierno de Aragón para cumplir con el déficit, va a hacer que muchas de las transferencias corrientes comprometidas se reduzcan, algo que ya están viviendo algunas asociaciones. De este modo, junto al plan económico financiero que dejará 148 millones de euros sin ejecutar, el Ejecutivo autonómico pretende llegar al 1% del tope de déficit fijado o, al menos, no sobrepasarlo en un porcentaje muy elevado.

LOS MÁS INVERSORES

Los departamentos que presentan un gasto más elevado a estas alturas del año son los de Obras Públicas (aunque no llega a la mitad) y el de Presidencia y Justicia, que supera el 50%. De hecho, este departamento, a pesar de que tradicionalmente no es uno de los que más dinero destina a la obra pública, es uno de los que más gasto ha hecho este año y el que ha plasmado en realidad algunos de sus proyectos, en especial las infraestructuras destinadas a la Justicia.

El ritmo de este año y la necesidad de ajustar más el gasto para cumplir el déficit comprometen la posibilidad de alcanzar una ejecución a final de año próxima al 100%.