Los agentes sociales aragoneses han llegado a la cita del Programa de Recuperación Social y Económica con cierto entrenamiento previo, tal y como recordó Manuel Pina, secretario general de CCOO, en alusión a la mesa del diálogo social. Tal vez por eso, las posturas que manifestaron unos y otros no se encontraban tan alejadas. Patronal y sindicatos se encontraron en el camino de exigir seguridad para todos los trabajadores, garantizando los equipos de protección para los empleados, pertenezcan o no a los sectores esenciales en esta crisis del coronavirus. Más allá de esto, cada actor propone distintas soluciones para el mismo objetivo: lograr que eche la persiana el menor número posible de negocios y que los despidos sean la excepción y no la norma.

Ricardo Mur, presidente de CEOE Aragón, afirmó que este es «el momento de la unidad para salvar vidas y para salvar el tejido productivo de Aragón». Para lograr lo segundo, los empresarios abogan por «insuflar liquidez a las empresas», bien a través del «aplazamiento de impuestos y de cotizaciones» o facilitando la financiación a través de las entidades financieras. También, trabajar por la vuelta al trabajo «de manera progresiva» podría ayudar, en palabras de Mur, «a que los efectos de la crisis sean menores».

AYUDAS SOCIALES

En esta misma línea, Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón, reclamó «soluciones de urgencia» para «pymes, microempresas y autónomos, para que no tengan que cerrar dentro de dos o tres meses por no poder hacer frente a los pagos». Por ello, López de Hita reclamó «volcar todos los recursos» en ayudar a las empresas, garantizar su liquidez y establecer «ayudas sociales» para hacer que los efectos de la ralentización económica sean menos dañinos.

En relación con los equipos de protección individual para los trabajadores, desde CEOE y Cepyme esgrimieron, como las organizaciones sindicales, que deben ser una prioridad. «Contar con los EPI y realizar tests a todos los trabajadores sería lo más positivo para garantizar la seguridad», expresó Mur. Establecer planes específicos de recuperación por sectores, para la hostelería, el comercio y el turismo, también contó con el visto bueno de todos los agentes sociales.

El secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, incidió en que la protección debe llegar «a todos los trabajadores, no solo a los de los sectores esenciales», y reivindicó la puesta en marcha en Aragón de una «renta mínima complementaria a la estatal». El objetivo sería dar respuesta a todos los sectores que se quedan «descolgados, como la economía sumergida y los trabajadores que sean despedidos».

Para Manuel Pina, con este programa se debe «proteger a la mayoría social», tanto desde el Gobierno central como desde Aragón. «Creemos que la protección y la salud de los ciudadanos también se tiene que llevar al proceso productivo», señaló, a la par que reivindicó «un pacto lo más abierto posible».

También Aurelio López de Hita se mostró convencido de que de esta primera reunión por la reconstrucción económica y social de Aragón saldrá un gran pacto. «Si al menos seguimos juntos, tendremos la posibilidad de vencer al virus. Va a ser complicado, pero solo juntos lo venceremos», reiteró.