«El juego es la forma más elevada de investigación», dijo en una ocasión el físico Albert Einstein. Sin embargo, no todos los niños tienen la posibilidad de crecer jugando. Circunstancias como la situación de vulnerabilidad de algunas familias, que se ha agravado en tiempos de cuarentena, hacen que los más pequeños puedan llegar a perderse esta parte de la infancia, la posibilidad de socializar o de desarrollarse mediante el uso de juegos y juguetes.

Desde que se inauguró en el 2014, la organización Solidariaonline ha entregado alimentos y otros materiales a miles de personas en situación de vulnerabilidad. La expansión del coronavirus y todo lo que conlleva ha entrañado que más personas se hayan visto en estas circunstancias, por lo que desde hace tres semanas, esta organización se dedica a repartir juegos y juguetes con los que hacer más llevadero el confinamiento a los más pequeños.

Un almacén con estanterías cubiertas por juguetes es lo que hace el trabajo de esta asociación posible. Clasificados por edades y actividades, Quique Hernández, presidente de Solidariaonline los agrupa en lotes para entregarlos a los pequeños: «Hoy empezamos otra vez a repartir después de un tiempo de parón. Vengo de hacer una entrega a varias familias de refugiados venezolanos con diez niños pequeños. Han emigrado de su país y llevan aquí unos dos meses, algunos un poco más, y esta situación les ha cogido de lleno. Además, al ser refugiados no tienen nada de nada de nada, me pidieron a través de un educador social juguetes para dos niños de dos años, dos niños de cuatro, y luego de siete, ocho y nueve años. Les hemos traído juguetes a los diez críos, y además en cantidad suficiente para que se entretengan el tiempo que dure la cuarentena», expresa el Presidente de la asociación.

Por el momento, Solidariaonline ha entregado juguetes a cerca de noventa niños, aunque en palabras de Hernández «este número irá en aumento en las próximas semanas». En este sentido, ha valorado qué tipo de juegos y de juguetes estaban entregando a los niños en la actualidad: «Principalmente lo que estamos repartiendo son peluches, puzzles y cuentos principalmente. Como nos estamos quedando sin puzzles les estoy metiendo algún juego para compensar. Intento meter los mismos juguetes en todos los lotes o más o menos parecidos, lo que no hago es por ejemplo meter en uno un coche teledirigido y en otro algo que cueste veinte veces menos, tienen que estar igualados en este sentido», aclara.

Protocolo

En este sentido, el presidente de Solidariaonline explica qué protocolo están siguiendo para hacer la entrega de juguetes durante la cuarentena: «Habitualmente lo que hacemos es llamar al timbre, nos abren la puerta y les dejamos los juguetes o baja su padre o su madre a por ellos, siempre manteniendo las distancias en este caso. Además, en el caso de los peluches, los doy totalmente desinfectados, aunque sé que después ellos los van a lavar en sus casas, pero por lo menos yo los desinfecto», expresa Quique Hernández.

Sin embargo, el reparto de juguetes no es la única labor que esta asociación desempeña durante este periodo. Juan David Bonacho, cofundador de solidariaonline, detalla qué tipo de iniciativas tienen durante el tiempo de cuarentena y durante todo el año: «Nosotros antes de que empezase el Estado de alarma nos encargábamos de los rastrillos solidarios, hasta que todos los locales cerraron al público. También durante todo el año gestionamos la alimentación, aunque ahora tenemos que hacer un filtro con las circunstancias más urgentes. Además, durante este tiempo entregamos paquetes de pañales para adultos, pantallas protectoras en los centros de salud, y luego tenemos tenemos también la entrega de material de entretenimiento para los niños», enumera Bonacho.

Así, el cofundador de esta asociación hace un balance «bastante positivo» sobre cuál es la reacción de los niños y de los mayores cuando reciben este tipo de ayudas. «Con respecto al material infantil sí que están muy agradecidos porque no suelen tener recursos suficientes para encontrarlos por su cuenta, incluso hay niños que nos mandan videos en los que nos dan las gracias por los juguetes. Para venir a por los alimentos vienen de otros barrios con un certificado que les autoriza, aunque con esta ayuda no es suficiente algo hace, porque hay familias que se han quedado totalmente peladas con esta situación. Por lo menos estas cosas que hemos empezado a gestionar desde el estado de alarma sí que se están apoyando. En especial, con los casos de extrema necesidad hay una utilidad real y se responde».

Por esto, Bonacho incide en cómo durante esta crisis sanitaria el número de donaciones ha aumentado: «Nosotros en la organización nos financiamos con los rastrillos solidarios. Cuando cerramos, empezamos a estar sin apoyo económico, y si que ha habido bastantes personas para hacer donaciones y mantener parte de los alquileres. Para otro tipo de donaciones, como puede ser la de juguetes o alimentos, se ha involucrado todavía más gente. Ha habido un porcentaje más importante de colaboradores durante este periodo», concluye.