Finalmente será el 8 de marzo cuando el Tribunal Supremo revise la sentencia del caso La Muela, en la que la exalcaldesa María Victoria Pinilla y otras 28 personas fueron condenadas por la corrupción urbanística en el municipio zaragozano. El Alto Tribunal iba a celebrar la vista en diciembre, pero el que iba a ser ponente, Julián Sánchez Melgar, fue elegido fiscal general del Estado en sustitución del fallecido José Manuel Maza, y hubo que posponerla.

La vista ha sido pues nuevamente fijada para el jueves, 8 de marzo, a las 10.30 horas, en un auto fechado este miércoles, 14 de febrero, a la sazón el cumpleaños de Pinilla, por las cosas de la cábala.

El nuevo ponente designado es Luciano Varela, el magistrado pontevedrés que se hizo célebre por instruir la causa por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón, cuando quiso investigar los crímenes del franquismo. La causa en realidad acabó en nada, pero Garzón fue igualmente apartado de la carrera judicial por autorizar las escuchas de los imuptados en la trama Gürtel.

El pontevedrés Varela será pues el ponente en la resolución sobre los múltiples recursos interpuestos contra la sentencia de La Muela, prácticamente por todos los condenados salvo los que alcanzaron acuerdos de conformidad. Unos pactos parciales sobre los que el Supremo volvió a pronunciarse recientemente en una sentencia, advirtiendo de que no deben ser admitidos salvo que afecten a todos los acusados en una causa.

Junto al ponente, integrará la Sala el presidente, Andrés Martínez Arrieta, y los magistrados Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral y Ana María Ferrer.

En sus manos estará la decisión de si se mantienen las penas impuestas a los 29 condenados, entre las que destaca la de Pinilla, de 17 años de prisión y 9,9 millones de euros en multas. La exalcaldesa, representada por Santiago Palazón, alega entre otras cosas que sufrió indefensión en el caso, al haber renunciado a la representación de su anterior abogado, José Antonio Visús, al comenzar la vista. De hecho, no llegó a declarar al enrocarse en que no iba a hacerlo sin letrado, y los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza no le permitieron hacerlo en último lugar, cuando ya estaba asistida por Palazón, al considerar que había renunciado voluntariamente a declarar.

Además de esta cuestión formal, los magistrados tendrán que decidir sobre el resto de los motivos que alegan tanto Pinilla como los demás acusados, con el fin de lograr la absolución o cuanto menos una rebaja de la pena. Las opciones van desde esto a repetir el juicio.