Las olas de calor, que según parece serán cada vez más frecuentes, afectan de forma mucho más directa a las personas con menos recursos o en situación de soledad. Por este motivo, las personas responsables del servicio de teleasistencia del Ayuntamiento de Zaragoza han decidido «extremar la precaución» multiplicando las llamadas de seguimiento y las visitas domiciliarias a los usuarios que viven solos, sobre todo en los casos en los que la red familiar está pasando sus vacaciones fuera de la capital.

El servicio municipal que gestiona la empresa Atenzia atiende en la actualidad a 10.015 personas mayores (8.300 domicilios) con carácter preventivo. Además, da cobertura a otras 4.775 (2.835 hogares) por reconocimiento de su situación de dependencia.

En total, a fecha de hoy en la ciudad de Zaragoza más de 14.790 personas (11.135 domicilios) cuentan con el servicio de teleasistencia municipal. Sin embargo, la situación cambia en verano, pues calculan que un 10% de estos usuarios pasan estos días fuera de la ciudad, al volver a sus pueblos de origen para salir de la rutina y compartir unos días en compañía.

«CUESTA ARRIBA»

Entre los que se quedan en la ciudad, han detectado «un importante volumen de personas» a las que esta época del año se les hace «más cuesta arriba» debido a las altas temperaturas y al sentimiento de soledad que lleva implícito «cuando su red sociofamiliar se marcha de vacaciones» y aumentan las posibilidades de «aislamiento social», pues con la llegada del verano también sufren las ausencias de amigos y vecinos.

Más del 66% de las personas que usan los servicios de atención ciudadana a distancia viven completamente solas aunque, cuando conviven con otras personas, estas también suelen ser de edad avanzada, como puedan ser sus hermanos o cónyuges, que suelen presentar sus mismas limitaciones físicas o psíquicas. Desde Atenzia recuerdan que su labor «refuerza el sentimiento de seguridad y pertenencia» y que, además, permite que la persona esté conectada permanentemente con un equipo de profesionales sociosanitarios «dispuestos a ayudarle».

Entre las acciones específicas que se realizan desde el servicio a distancia para paliar todas las consecuencias negativas que conlleva la época estival destacan el incremento de las llamadas, el aumento de las visitas del equipo de trabajadores sociales, el ofrecer pautas personales para evitar emergencias y aumentar la coordinación con los servicios sociales municipales en los casos graves de soledad o aislamiento.

Los pacientes con enfermedades crónicas o aquellos con riesgo de deshidratación también son objeto de atenciones especiales, sobre todo si tienen que tomar muchas medicinas. «En las llamadas de seguimiento estamos especialmente alerta ante la comunicación de determinados síntomas por parte de los usuarios y usuarias, tales como sensación de debilidad, mareos, dolor de cabeza, náuseas o desorientación», indican.

En todo caso, ante los síntomas de un golpe de calor, se movilizan rápidamente los recursos sanitarios necesarios, se activan sus unidades móviles de intervención y se realiza un seguimiento hasta la normalización de la situación.

Por otro lado, desde Atenzia recuerdan que el 82% de las personas atendidas durante el año son mujeres. Casi todas ellas son viudas y, en ocasiones, presentan limitaciones funcionales que les impiden salir de casa, desilusión vital y escasas relaciones sociofamiliares, entre otros.