Pintora

Su pintura tiene una extraña textura que nos conduce hasta los aborígenes australianos. La explicación es sencilla: Teresa tomó un día el avión y se plantó en Australia, donde residió 15 meses. Si quiere conocer sus cuadros puede pasar por la Galería Virtual de www.Redaragon.com , donde se muestran hasta final de mes.

--¿Y eso de Australia?

--Bueno, un día tomé la maleta y me planté allí. Era una forma de cambiar de aires, algo que viene bien de vez en cuando. Estuve 15 meses y regresé y más tarde volví donde pasé otros nueve meses.

--¿Y cómo es aquello además de muy descomunal?

--Es un país muy fresco, con gente muy sana, muy campechana. Son bastante ingleses sin esa tontería del americano.

--Y, claro, le afectó en su pintura.

--No tanto como podría parecer. Están esos puntos, sí, que son capital del mundo aborigen, pero digamos que yo no llegué a chupar esa influencia, fue algo casi inconsciente. Ahora estoy en un proceso de depuración, aligerando ese tipo de pintura.

--Pues preséntenos los cuadros que expone en RedAragon.

--Estas pinturas están realizadas entre 1999 y 2003. Se pueden apreciar dos fases, en la primera todavía se observa la línea recta creando mallas y redes mientras que en la segunda desaparecen dando paso a líneas curvas y círculos y al uso de puntos (dots) donde me apoyo para crear el clima o la atmósfera que me interesa.

--¿Mallas?

--Son un recurso para crear movimiento, dar más dinamismo al cuadro. No me interesan los objetos, sino el espacio. Juego con las formas y los colores para analizar cómo alteran el espacio

--¿Esa es la única influencia de la pintura australiana?

--Los cuadros aborígenes son muy narrativos, cuentan historias, son mapas... A mí no me interesa ese aspecto. Sí fabrico mis propios colores con diversos materiales (papel maché, tela de saco...) al igual que los aborígenes utilizan pigmentos, tierra y distintos soportes en su pintura. Pero ahora mismo estoy en proceso de aligerar mi obra. --¿Quiere decir físicamente?

--Es más una necesidad por desprenderme de esa tendencia mía hacia lo primitivo. La intención es seguir una trayectoria más analítica y sintetizar el cuadro quitando elementos. Es un proceso de deconstrucción. Aunque tenga muy definido de lo que voy a partir y lo trabaje, no funciona. Lo que mejor me resulta es anular la idea inicial. Es un proceso muy interesante, un trabajo muy intuitivo, pero que exige mucho esfuerzo para lograr lo que busco.