La ilusión no siempre está relacionada con la emoción que, por ejemplo, siente un niño cuando recibe un juguete. La ilusión no siempre es esperar que suceda algo positivo cuando una persona ya se encuentra en condiciones plenas de disfrutar la vida. En realidad, muchas personas sienten de verdad ilusión cuando reciben el apoyo en forma de alimento porque no tienen para comer.

La memoria anual del Banco de Alimentos de Zaragoza recoge que en el año 2018 esta organización hizo llegar más de cuatro millones de kilos a las personas más desfavorecidas. Este dato supone una media de distribución diaria de 16 toneladas de comida.

Esta agrupación benéfica se creó el 21 de junio de 1994 gracias a un grupo de personas alentadas por la fundación estatal. Sin embargo, en el 2012, más concretamente el 19 de marzo, la entidad cambió de denominación y su actividad pasó a centrarse exclusivamente en la zona de Zaragoza, ya que surgieron nuevas entidades sin ánimo de lucro en Huesca y Teruel, y cada una de ellas adoptó su propia denominación.

El principal objetivo de esta asociación es el de repartir aquellos alimentos que no se van a utilizar o pueden ser malgastados y entregárselos a aquellas personas que más lo necesitan, entre otros aspectos relevantes.

Necesidades mutuas

El informe detalla además los alimentos totales entregados, una cifra que alcanza los 4.022.675 kilos de comida lo que establece una media de 141,30 kilogramos de alimento por persona y año. También queda constatado en estos resultados anuales que los individuos que han recibido sustento alimenticio por parte de esta fundación son 26.338. Asimismo, se hace referencia no solo a las personas sino también a entidades sociales o bancos de alimentos que se han beneficiado de esta acción.

Los datos de la memoria hacen referencia a 187 entidades sociales y 40 bancos de alimentos, provinciales y del resto del país, con los que hacen intercambios de alimentos para satisfacer necesidades mutuas.

Son muchas las personas que pueden alimentarse gracias a esta fundación, y lo hacen o bien a través de organizaciones de reparto (bancos de alimentos) o bien a través de instituciones de consumo (comedores sociales).

Así y sumando ambas tipologías de beneficiarios, se pueden extraer los siguientes datos: los beneficiarios adultos del Banco de Alimentos son 18.584, y respecto a los niños, donde también se incluirán los lactantes, suman en total 7.754. En ambos se han incluido las meriendas y desayunos que la entidad ofrece a todos sus usuarios. Destaca que casi un 30% del total de beneficiarios de esta asociación son niños, por tanto, se puede concluir que hay muchas criaturas que viven verdaderas situaciones de falta de alimento.

Proveedores

De la misma manera, del informe también se puede extraer otro elemento fundamental dentro del Banco de Alimentos: y es que ellos también necesitan ayuda para recibir toda la comida, y hay organizaciones que se encargan, en parte, de esas provisiones. Gracias a esto, esta oenegé zaragozana recibió en el 2018 un total de 4.061.275 kilos de alimento, obtenidos en estas cantidades y gracias a la labor de los siguientes proveedores: el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) donó 516.489 kilos en dos tandas cada mes; el Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecidos (FEAD), 834.815 kilos de sustento alimenticio. Además, también los mayoristas, que forman el grupo SECO y son el grupo mayoritario, proveen 1.690.248 kilos; Mercazaragoza y productores aportan más de medio de millón de kilos (569.452), y en la Gran Recogida (evento que organiza la entidad) se consiguieron reunir 450.271 kilogramos. La seguridad y el control están garantizados. Un inspector de la DGA comprueba el estado de esos alimentos para aprobar su validez y que cumplan con su función fundamental.