Un excursionista francés resultó muerto y otros dos de la misma nacionalidad sufrieron heridas graves ayer como consecuencia de la caída de un rayo cuando se dirigían andando al refugio de Góriz, en el Parque Nacional de Ordesa, en un paraje situado a unos 2.200 metros de altitud conocido como el bajador de Ciarracils.

El hecho sucedió sobre las 08.15 horas. El fallecido, P. L., de 52 años, formaba parte de un grupo de unas veinte personas que a las siete de la mañana habían tomado un autobús que comunica el pueblo de Nerín con el mirador de Diazas y que en esta época transporta a los numerosos turistas que visitan el enclave pirenaico.

Los heridos son F. B. A., de 55 años, que presenta quemaduras de primer grado en el pecho, el vientre y la pierna izquierda, y Jean Christophe Dumas, de 36 años, que padece una contusión lumbar producida por la onda expansiva. Ambos fueron trasladados a centros sanitarios de la provincia de Huesca.

"El cielo estaba cubierto cuando nos pusimos a andar, y, de repente, al cabo de diez minutos de bajar del autobús, empezó a caer granizo", relató ayer Jean Christophe Dumas desde el hospital de Barbastro. "Todo sucedió muy deprisa", añadió. "Cayó un rayo de repente, a veinte metros de mí, y yo rodé por el suelo".

INTENSA NIEBLA Los excursionistas se vieron sorprendidos por una tormenta eléctrica, un fenómeno meteorológico muy frecuente en las cumbres del Pirineo durante los meses de verano. De hecho, la zona se encontraba ayer en situación de alerta debido al riesgo de tormentas.

Poco después del suceso, a partir de las 10.00 horas de la mañana, el fallecido y los dos heridos fueron evacuados en un helicóptero del Grupo de Montaña de la Guardia Civil de Boltaña hasta la pequeña localidad pirenaica. El aparato de salvamento realizó dos viajes, uno con el herido más grave y otro con el herido menos grave y el fallecido. El resto de excursionistas regresó a Nerín en el autobús que cubre la ruta. Posteriormente, los dos lesionados fueron trasladados en sendas ambulancia a los hospitales de Huesca y Barbastro.

"El rescate de las víctimas no ha sido fácil", manifestó el responsable del equipo de la Benemérita. "Había mucha niebla y resultaba complicado localizar el lugar exacto en que se encontraban los turistas".

El responsable de la Guardia Civil descartó que los excursionistas hubieran cometido una imprudencia, pero insistió en que "en época estival, se desatan tormentas muy peligrosas". "Además --añadió--, ha dado la fatalidad de que en la zona donde se encontraban no hay ningún sitio en el que guarecerse de los rayos".

"Estábamos todos muy asustados, por los rayos y por el estruendo de los truenos", manifestó Jean Christophe Dumas, que en el curso de la tarde de ayer recibió el alta hospitalaria. "Hubo gente que se tiró al suelo y se cubrió el cuerpo con los sacos de dormir para protegerse del granizo", agregó el montañero galo, de 36 años y natural de una localidad cercana a Aix-en-Provence.

Dumas explicó que él iba de excursión por su cuenta, en compañía de una amiga, y que habían reservado camas en el refugio de Góriz. Sin embargo, precisó que sus compatriotas heridos formaban parte de un grupo de diez personas que estaba realizando una travesía por la zona.

CAMINO SIN DIFICULTAD "El camino donde les sorprendió el rayo no reviste ninguna dificultad técnica y se recorre en una hora", señaló un empleado del refugio de Góriz. "Es apto para personas de todas las edades, siempre que estén en buena forma física, porque se compone de llanos y descensos".

Horacio Palacio, alcalde del municipio de Fanlo, donde ha ocurrido el siniestro, explicó que el francés fallecido iba acompañado de su esposa, que resultó ilesa. Palacio se encargó de trasladar a los excursionistas en autobús desde Nerín hasta las inmediaciones del mirador de Diazas.

El alcalde explicó que, en el momento de caer el rayo, "había una espesa niebla en la zona". "Se trata de rayos que caen en tierra y afectan a todo lo que se encuentra sobre el terreno en un radio de 100 metros, por lo que podía haber ocurrido algo todavía peor", advirtió.

"El herido menos grave tenía un pie afectado, de color negro --declaró Palacio--, mientras que el herido más grave perdió inicialmente el conocimiento, aunque después se recuperó". Por lo que respecta al resto de montañeros, el alcalde indicó que estaban "desmoralizados y muy afectados".El alcalde de Fanlo comentó que las tormentas eléctricas suelen tener lugar por esta zona "únicamente en la primera quincena de agosto" y precisó que no es la primera vez que una persona fallece por un rayo, ya que en 1984 murió un montañero madrileño y en los años 90, una pareja de Pamplona.

"En situación de tormenta, las montañas son zonas de altísimo riesgo, una especie de pararrayos naturales", destacó ayer, por su parte, Antonio Gordo, jefe del Grupo de Vigilancia y Predicción del Centro Meteorológico del Ebro.

"Los manuales de autoprotección --añadió-- aconsejan que, en el caso de no haber a mano un sitio seguro para resguardarse, lo mejor se tenderse en el suelo y no moverse, convertirse en una piedra".