Dos rayos de la tormenta seca (con aparato eléctrico, pero sin agua) que descargó el lunes en el barranco de la Corona, en Murillo de Gállego, parecen ser la causa de los dos focos de fuego detectados ayer, en el término municipal. El siniestro pudo ser controlado a última hora de la tarde, pero se esperaba la extinción a lo largo de la noche.

Curiosamente, el foco de este incendio estaba situado a unos siete kilómetros de otro siniestro ya extinguido registrado el domingo en la zona de los mallos. La alcaldesa, Marta de Santos, reconoció ayer que este tipo de tormentas con gran aparato eléctrico son habituales en la zona en los meses de verano.

El amplio despliegue de medios de extinción (actuaron tres medios áereos, dos cuadrillas y tres autobombas), junto con unas lluvias de última hora, evitaron que las llamas se descontrolaran. Hasta el cierre de la edición habían afectado a una zona de pinares y a rastrojos de cereal en una extensión sin precisar.

A pesar de la gran cantidad de turistas, visitantes y veraneantes que registra esta zona de la Galliguera no hubo que alertar a la población y el humo de los dos focos apenas fue perceptible desde el municipio. «Estamos muy agradecidos a la reacción de los equipos forestales», indicó De Santos.

En la tarde de ayer también se controló otro pequeño incendio en el término municipal de Burbáguena, en la provincia de Teruel. El foco se localizó cerca del municipio y en su extinción participó la unidad helitransportada de Calamocha.