M. M. A. aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza una pena de tres meses de prisión, doce meses de multa y un año y un día de retirada del carnet de conducir como autor de un delito de apropiación indebida y otro contra la seguridad vial por haberse llevado, el pasado 22 de marzo, una motocicleta de un concesionario con el que había acordado un periodo de prueba de treinta minutos.

La Fiscalía pedía inicialmente para él cuatro años de prisión y tres años de retirada por un delito de apropiación indebida o estafa y por otro contra la seguridad en el tráfico. Sin embargo, su letrada, Celia Gil Lagunas, cerró con el representante del ministerio público un pacto por el que la pena quedó notablemente reducida al aplicarle al acusado la atenuante de trastorno mental por los rasgos esquizoides que presenta.

Los hechos, dirimidos ayer en un juicio rápido tras no aceptar la pena inicialmente solicitada por la Fiscalía al día siguiente de su detención, se remontan al 22 de marzo. Esa tarde, M. M. A. acordó en un concesionario de motocicletas zaragozano la prueba de uno de los vehículos. Tras entregar su DNI disponía de media hora para conducir la moto y pagaría una penalización de 300 euros por cada hora de retraso en entregarla.

El paseo terminó con una persecución policial por Vía Hispanidad que incluyó un pequeño accidente en el que sufrieron ligeros desperfectos tanto la motocicleta como el casco que le habían prestado para la prueba.